Palencia es una emoción:

29 mayo 2011

Calle Pilar Bardem

Parece que no escarmentamos al acabar la dictadura, cuando miles de calles de toda España que llevaban el nombre de los jerarcas del régimen recuperaron sus nombres originales o recibieron otros más asépticos y neutros políticamente.

Hace años el alcalde de Sevilla decidió dedicarle una calle a Pilar Bardem quizá por su inmensa colaboración al progreso de España, al desarrollo económico sevillano y a la cultura andaluza.

Ya escribí en su momento lo pesados que se pueden poner los políticos con estos temas de premiar a los suyos sin alcanzar previamente un consenso con los rivales políticos. Y ese consenso siempre es imposible en cuantito el premio sea por méritos políticos o ande por el medio la desenvoltura política del homenajeado.

Claro, con el tiempo, aunque tengan que pasar 40 años, el poder político termina por dar la vuelta y deshacer el camino andado. De la misma manera que se van a revisar las cuentas y los contratos de los ayuntamientos de media España también se van a revisar otras actuaciones de fuerte símbolo político, partidario y banderil. Así Ignacio Zoido, recientemente elegido alcalde de Sevilla se ha propuesto eliminar del callejero local el nombre de la actriz “zejista” Pilar Bardem. El hecho en sí sólo recabaría mi aplauso si sustituyera su nombre por otro acordado con el rival socialista o por otro descaradamente no significado en política. Costaría bastante más encontrar razones de peso para deshacer ese cambio.

La cosa se complica y yo tuerzo el gesto cuando el nombre elegido para esa sustitución sevillana es el de un escritor y columnista significado por sus críticas a unos y sus apoyos a otros desde las páginas de un periódico de gran difusión nacional así como por su participación en tertulias de opinión. Sin duda alguna méritos tiene, seguramente también Pilar Bardem, aunque no sea animal cuya compañía yo desee, pero un error no se combate con el error contrario sino dando con la solución adecuada.

No me gusta por frío e impersonal el sistema americano de poner número en vez de nombre a calles y avenidas, pero elegir nombres de ciudades, países, ríos o montañas es una buena solución. Sólo la segunda mejor, la primera es encontrar, no es difícil, el nombre de alguien que concite el apoyo general. 

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