El exceso de trabajo me ha impedido detenerme particularmente en los nombramientos de Rajoy, déjenme decir antes de nada que el tiempo les juzgará y les pondrá en su sitio, es sólo cuestión de cien días. Pero de todas formas hay algo que el cuerpo me pide comentar y yo, mira que soy facilón, no me resisto lo más mínimo: Apenas hay mujeres, qué éxito.
No, no me llamen misógino que no lo soy. Me encantaría que hubiera más, muchas más, señoras con mando ministerial. Me felicitaría de que sólo hubiese ministras. O de todo lo contrario, qué más da. El caso es que las ministras que hay no son parte de la cuota femenina sino que lo son por sus cualidades humanas, con indiferencia de lo que haya en su entrepierna. Ése es un acierto que estoy dispuesto a colgarle al presidente del Gobierno independientemente de que se llame Mariano o Mariana. Rajoy debería nombrar en su segundo gobierno media docena de ministras... siempre y cuando no sean ni bibianas ni pajines, que no sean cuota sino ministras por méritos propios. Que te nombren ministro para cumplir la cuota de catalanes, de ministros morenos o de ministros patizambos es una ofensa que yo no permitiría. A no ser que fuese por cuota de ministros calvos.
Claro que, respecto a poner a cada uno en su sitio, hay quien opina que el tiempo convertirá a Zapahuero en un gran dirigente megauniversal. Viva santa Lucía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario