Palencia es una emoción:

03 abril 2012

Bien hecho, Willy Toledo


Espero, amigos lectores, que me disculpen la contradicción. Como ya les he contado infinidad de veces, antes de dormir suelo escribir mi artículo (casi) diario y voy a hacerlo sobre ese genio del teatro, esa inmortal figura de las artes escénicas, ese comprometido ciudadano llamado Willy Toledo, a pesar de que me había jurado no escribir más que de asuntos serios y trascendentes pero dado que llevo un par de noches maldurmiendo hoy he querido ponérmelo fácil y tomar un asuntillo ligero, facilón y muy trillado que me conduzca suavemente a los brazos de Morfeo.

Sé que he dejado pasar demasiados días desde la huelga, sé que debía haberme lanzado a tumba abierta antes de hoy pero… pero me daba pena el pobrecillo. Son tantos los que han dado leña, son tantos los que le han ridiculizado que he querido permitirle un tiempo de reposo antes de comunicar a todos ustedes mi opinión sobre el buen hacer de este genio de malabarismo demócrata.

Sea dicha la verdad, tampoco ha extrañado a nadie que este genio de las libertades quisiera imponer su criterio a golpe de democracia a la cubana. El “Aquí mando yo” no le debe ser ajeno a un personaje que entiende que Cuba es el paraíso de la libertad, que Fidel Castro es un ejemplo de amor al pueblo y que el obrero que no hace huelga cuando lo dicen los demás es porque es un asqueroso capitalista… Incluidos inmigrantes peruanos que regentan un bar populoso. Que el responsable del bar fuese inmigrante no sirvió de alerta sobre la condición obrera al tal Willy. Y es que si trabajaba ese día tenía que ser un asqueroso capitalista por cataplines. Que el inmigrante compaginase su bar con un trabajo de peón tampoco sirvió para que el ¿señor? Toledo y su violenta compañía dudasen de su condición de esbirro del capitalismo mundial.

El inmigrante sería inmigrante y peón, pero estaba trabajando el día que el señor Toledo había convocado huelga y por eso necesitaba una lección de libertad y democracia. Es más, en el caso de que el pobrico peón inmigrante tuviese que trabajar para subsistir merecía ser rescatado… aunque no quisiera. ¡Pues buenos son los demócratas que han mamado en Cuba el respeto por los demás, por sus libertades y por sus derechos!

Las huelgas se imponen a fuego y sangre, a petardos e insultos, con intimidación y amenazas a aquellos obreros que tengan la osadía de oponerse a los designios del proletariado, como nos han dejado bien claro los piquetes informativos  en reiteradas ocasiones. Ah, ¿que el obrero peruano también era proletario? ¿Que pertenecía a la casta de los que dejan su país, su familia y su casa para ganarse la vida en un lugar lejano y extraño? Sería un esquirol o un desclasado, por lo tanto se merecía la visita intimidante de un grupo de concienciados obreros de izquierdas para recordarle cómo se las gastan en Cuba con los disidentes. ¡Bien hecho, Willy Toledo!

(Y ahora les ruego que me disculpen y se vayan sin hacer ruido, me ha entrado un sopor tremendamente gratificante, ¡qué a gusto me he quedado!)

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