Hojeando el periódico me entero
de que la DGT concede la medalla al Mérito
de la Seguridad vial a Manuel Esteban, 30 años jefe provincial de
Palencia que fue cesado por Pere Navarro. Enhorabuena. El palentino criticó que
Aurora Cedenilla, subdirectora general de la DGT, felicitara las pascuas con
gracietas tan simpáticas como “Feliz año nuevo y chúpame un huevo”. Eso, en un
correo oficial, era muestra de la degradación moral, ética y costumbrista en determinadas
esferas… pero el cesado fue el que criticó esa degradación. Se llama
sectarismo.
Hojeando el periódico me entero
de la alocución del Rey. El mensaje como siempre fue lo de menos, vacuo,
generalista y sin implicarse en los problemas de España. Lo más llamativo fue
que habló sentado en la mesa. Y eso creen que es huir de las formalidades y
estar cerca del pueblo. Abdicación es la solución antes de que algunos busquen
otra.
Hojeando el periódico me entero
de que los socialistas palentinos denuncian un grave empobrecimiento de la sociedad
española en general y palentina en concreto. Lamentan también la alta tasa de
paro. Ya y ellos no han tenido nada que ver. ¡Machotes!
Hojeando el periódico me entero
de que “el museo más grande del mundo se llama Castilla y León y está vivo”.
Pero nadie me cuenta que ese museo vivo ha agudizado su perenne agonía,
perdiendo cada día más empresas y más trabajadores. Más que museo Castilla y
León es una fábrica. De parados y emigrantes.
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de que las luces que ha puesto el ayuntamiento por calles y avenidas se deben a
la navidad. Quién lo diría, esto parece San Antolín, la fiesta de la siega o la
fiesta de “la urba”. Pero al final lo
descubro, es la fiesta del dinero. Como todas. Que es lo que importa.
Hojeando el periódico me entero
de que los palentinos hemos donado 40 toneladas de alimentos al Banco de
Alimentos. Es lo que tiene un Estado fracasado, que como no funciona es la
sociedad civil la que tiene que agarrar la vida por donde más duele y
sustituirle para paliar sus déficits. La generosidad del pueblo contra la
corrupción sin penitencia de políticos y banqueros. Pero nadie habla de lo
fácil que habría sido reformar lo que no funciona, claro que es más fácil
suprimir pagas extras y despedir obreros.
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