Palencia es una emoción:

04 enero 2014

El Follonero y el aquelarre etarra

Confieso que nunca he visto ni uno sólo de los programas de El Follonero pero su fama había llegado repetidamente a mí a través de los medios de comunicación. Desde que fue conocido he sido consciente de que es un reportero intrépido, siempre con la pregunta adecuada en la boca sin importarle ante quien se encontrase, mostrando siempre un periodismo vivaz, inteligente y valiente, dispuesto a encontrar la verdad a base de preguntas incisivas a las personas adecuadas en los momentos adecuados.

Foto de "El País"
Por lo que sus fans comentaban no se arredraba ante la importancia de sus entrevistados, poniéndoles con sus preguntas agresivas en posiciones incómodas si fuera necesario con tal de encontrar la verdad. En una época en que tanto está sufriendo el periodismo, en que tantos periodistas son despedidos y tantos medios cerrados, un periodista así es aire fresco, novedad, ilusión y esperanza.

Ayer estaba yo tan tranquilo viendo las noticias cuando por fin El Follonero apareció sorpresivamente en mi pantalla tratando de entrevistar a los etarras excarcelados, poniéndoles en los legendarios aprietos de todos conocidos, enfrentándoles con la dura realidad de sus asesinatos. Por fin le echaba el ojo encima, el famosísimo reportero de las preguntas incómodas, sometiendo a sus cuestiones a personajes poderosos, ante quienes cualquiera tendría miedo, estaba ante mí.

Y acorraló, tal y como me habían contado que hacía con sus entrevistados, a los etarras liberados, mostrando a las cámaras sus incongruencias, sus debilidades, sus mentiras, sus medias verdades, poniéndoles en aprietos, exhibiendo sus incongruencias. ¡El Follonero revolviendo entre la basura para exponer ante todos el oro de la verdad, desmontando la canallesca historia de un puñado de etarras con más de trescientas muertes a sus espaldas!


Cómo lamento haberme perdido sus programas anteriores. Debo rendir mi máxima consideración ante este exponente del periodismo del siglo XXI, valiente, duro, siempre en busca del personaje adecuado para las preguntas adecuadas. Sólo un periodista valiente, decidido a buscar la verdad, en este caso decidido a desmontar las patrañas de los etarras, puede devolver mi fe en el futuro de la prensa.

7 comentarios:

Jorge Castrillejo dijo...

Ese no era el follonero, era Cake Minuesa, presentador de "Daños Colaterales" de Intereconomía. El follonero es que le hizo la entrevista-masaje a Otegi. Que no es lo mismo.

http://www.intereconomia.com/programa/danos-colaterales

http://www.lasexta.com/programas/salvados/ultimos-videos/

Pedro de Hoyos dijo...

¡No me digas! ¡¡No me había dado cuenta!!

Jorge Castrillejo dijo...

pues si era una satira, no se entiende, o al menos yo no la había entendido, Perdón por no ser tan sagaz.

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja. Me he reído mucho. Es hora de que empecemos a desenmascarar al Fantochero ¡con ironía!

Anónimo dijo...

Y dale con el Follonero. No se metan con el mierda del muchacho. Bastante tiene con que no lo hayan nominado para un "Gerardo de la Tele" (o sí).

José M. Vegas dijo...

No sé de qué va este intercambio epistolar, pero me parece de un mal gusto asombroso comparar el jugarse la vida del periodista Minuesa (ya tildado de "el follonero de derechas" por el equipo mediático habitual) con las guasas sin riesgo alguno del Follonero de verdad. Parece mentira, con la que está cayendo.

Anónimo dijo...

Como participante en este intercambio epistolar, y sólo puedo hablar por mí mismo, creo que lo que se ha pretendido no es comparar a Minuesa (no sabía que le llamaran el Follonero de derechas) con el Follonero "de izquierdas", sino contrastar el comportamiento valiente del primero con el acomodaticio del segundo, acompañando un artículo cargado de fina ironía. Yo, que he comentado, quizá me he recreado con la paradoja, y quizá sea cierto que la paradoja es una forma débil de razonamiento, y no abarca todo el respeto y la admiración que merece Minuesa, que se la ha jugado contra 60 asesinos/309 asesinatos, y el aburrimiento que producen Évole y toda esta caterva de piji-progres que hacen supuesto periodismo combativo contra quienes saben que no les van a hacer ni mú.

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