Tengo la suerte de estar
trabajando, mis preocupaciones oscilan a grandes rasgos entre trabajo y
familia. A mi alrededor hay miles de personas que viven obsesionadas con estos
dos temas, pendientes siempre de que nada falte, de que nada se mueva de este
complicado rompecabezas social y personal…
Me cruzo todos los días con otros
millones de personas que lamentablemente no tienen trabajo, viven pendientes de
una entrevista de trabajo, de sobrevivir a costa de los abuelos, interesados en
la educación de los hijos o de alcanzar ese subempleo que les permitirá comer
pasado mañana…
Hay millones de españoles
militando en diversos partidos para hacer una España mejor, preocupados con
asuntos tan dolorosamente sangrantes como la corrupción o cualquier otra
injusticia, preocupados por indescifrables problemas que apuntan sobre nuestro
futuro. Hay muchos millones de personas que han hecho de la Religión el centro
de su vida, buscando como sea una Trascendencia superior que dé sentido a su
vida terrenal, preocupados como están de una vida futura inmortal…
Y abro los periódicos, enciendo
radios y televisiones y ¿me encuentro en portadas y entradillas a la Duquesa de
Alba, sus dichas y desdichas, sus pormenores y sus pormayores?
¡Váyanse al guano, señores! ¿En
qué mundo de miseria se creen que vivimos?
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