Uno: Porque no lo he hecho nunca;
porque no me engañaste hace cuatro años y ahora repites promesas que entonces
hiciste y no has cumplido. ¿Por qué iba a creerte ahora? Porque te empeñas en
ver solo el lado amable de la economía pero no bajas a ver los sueldos de los
camareros, de las empleadas de textil, no te detienes a mirar a los que
teniendo licenciaturas están sirviendo cafés, a veces en el extranjero. Porque
no cumples el papel político que corresponde a tu partido. Porque eres responsable
de la desastrosa gestión del Estado frente a los separatistas catalanes.
Otro: Porque pretendes igualar a
todos por la inteligencia del más torpe. Porque para defender determinados
valores sociales haces demagogia barata al alcance de Belén Esteban. Porque
cada vez que abres la boca cercenas mi libertad. Porque te basas en gente
inculta e ignorante. Porque no condenas la gestión desastrosa del anterior
secretario general de tu partido que primero negó la crisis, luego la mindundeó
y finalmente nos dejó caer en ella a plomo. Porque gentes de tu partido apoyan
y colabora con el catalanismo y sus organizaciones egoístas, despilfarradoras e
ilegales. Porque lejos de acordarte de mi tierra todo se te vuelve hablar de
adaptar la constitución a Cataluña. Porque cada vez que tu partido tiene un
problema, una crisis o no sabe responder a una pregunta lo solucionas aludiendo
a una mayor laicidad del Estado.
Otro: Porque tus soluciones son
parciales, porque pones parches a los grandes problemas de España y pretendes curar
graves pulmonías con paños calientes. Porque habéis crecido a base de asimilar
a gente de procedencias y opiniones dispares e inconexas, a la que de la noche
a la mañana integrasteis sin importaros su ideología, solo por crecer en número
y territorio. ¿Cuál es la resultante de esa mezcolanza de opiniones a veces incongruentes?
¿Qué sale de sumar sus deslealtades y vuestra ideología? Porque la
mercadotecnia y la imagen venden bien pero a mí no me compran. Porque vuestra prometida regeneración no se ve en Andalucía.
Otro: Porque no me creo tu súbito
centrismo: el comunismo siempre fue camaleónico y acomodaticio. Porque al lobo
siempre le complació vestirse de cordero. Porque tus reacciones, manifestaciones
y afirmaciones de primera hora, cuando no pensabas en elecciones, votos y
escaños, me parecieron sinceras pero liberticidas, porque con tu actual
comedimiento quieres adueñarte de un voto moderado pero enfrentado a tu ideología.
Porque tus modos, tus actitudes públicas y tu comportamiento social son zafios
y vulgares y dice a las claras que quieres una España pedestre, rústica,
ineducada y ordinaria. Por el ejemplo pésimo que dan tus alcaldes. Porque no
sabes que el color de tu partido alude a la bandera de Castilla, tierra a la
que olvidas permanentemente y niegas derechos que a otras reconoces.
A todos: Porque chilláis, porque
criticáis, porque habláis mal de los demás, porque sois destructivos en vez de
constructivos, porque exigís, porque sois altaneros en vez de humildes, porque
sois chillones y vocingleros. Porque vais a programas de televisión graciosos
pero impropios de políticos a hacer cosas graciosas pero impropias de
políticos. Porque no sois ejemplo.
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