Palencia es una emoción:

27 diciembre 2018

El pacto de la vergüenza andaluza


Nunca me ha sido dado comprender la razón de la superioridad moral de la izquierda. Cuando era votante de izquierdas tampoco. La asumía porque el ambiente social y cultural te impregnaba, pero no la entendía ni la comprendía. Razonar esa postura fue una de las causas por las que empecé a votar opciones minoritarias, esas que nunca alcanzan un escaño. O raramente.

Y en esas estamos, en el pacto de la vergüenza de los novísimos fascistas, racistas e intolerantes de Vox con aquellos viejos fascistas del PP, según nos habían repetido hasta la saciedad los políticos de izquierdas. Pacto al que se han sumado, seguro que por puras ansias de poder, los neofascistas de Ciudadanos. Porque, según nos han repetido últimamente los políticos de izquierdas, también son fascistas.

La izquierda que no ha tenido rubor en beberse cosechas de sidra o café con Otegui llama extremistas a los partidos de derechas, seguramente porque Otegui era un demócrata hasta cuando secuestraba. La izquierda, que no tiene rubor en gobernar con el apoyo de Herri Batasuna, ese partido que después de apoyar los asesinatos de políticos socialistas se tuvo que cambiar el nombre para esconder sus vergüenzas, critica acuerdos de gobierno de otros partidos “extremistas”… que no son de izquierdas. Es la superioridad ética que conlleva ser de izquierdas y querer el bien de los trabajadores, no como los fascistas que buscan la destrucción de las clases populares.

Las raíces demócratas de la izquierda, su concepto de la honestidad, del decoro y de la integridad permiten asociarse con fascistones racistas como Rufián y Torra –Sánchez se lo llamó en público- que pretenden destruir el Estado, porque ser de izquierdas implica tener bula para ello sin ser criticado por la prensa y la sociedad. Pero la liberalidad de esta izquierda no permite que nadie negocie un gobierno con otros partidos igualmente (¿?) “extremistas”, solo que, oh, ahora piensan y hablan de “España”, maldito concepto fascista que la vieja izquierda no tiene superado y no quiere perdonar

La ventaja de ser de izquierdas te permite tener acuerdos de gobierno con tipos que preconizan la venezuelización, (uf, ustedes perdonen) de España, porque, aunque un poco extraviados ideológicamente, no son nada, nada, nada extremistas sino sanos muchachotes superiores humana, ética, moral e ideológicamente a esos cuatrocientos mil andaluces que han votado lo que no debían, quizá porque no han consultado a la izquierda.

Lo dice Susana Díaz y se llama superioridad moral de la izquierda; pero no, no es que los andaluces se hayan cansado de la izquierda.

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