Palencia es una emoción:

25 mayo 2006

DEJÉMOSLES QUE CREAN EN LA UTOPÍA DE UNA VIVIENDA DIGNA

Pues a mí me parece bien que a los jóvenes les haya dado por manifestarse por una vivienda digna. Mientras no les dé por arrasar los lugares por donde vayan pasando... dejémosles que se manifiesten, dejémosles. Para lo que sirve.... ¿Por qué el Delegado del Gobierno en Madrid les envió a la policía? ¿No quiere una vivienda digna para ellos?, ¡Si sólo estaban sentados en la Puerta del Sol, si molestaban menos que las obras de Ruiz Gallardón! ¡Si sólo reivindican un derecho constitucional! ¿Acaso no cree en la Constitución el Señor Delegado?
Sinceramente el de la vivienda digna es un derecho teórico que está muy requetebién que reclamen aquellos que todavía están en edad de luchar por las quimeras. Es propio de gente concienciada, seria y utópica. Mejor concienciados, serios y utópicos que botelloneros. Que tomen ejemplo de la vicepresidenta, bien utópica y reivindicativa, que ya ha alcanzado la utopía de hacerse un chalecito king-size en la sierra de Madrid. ¿Cuántos pisos, de los que la Ministra quiere para nuestros jóvenes, de los que los jóvenes no pueden pagar, salen en cada planta? Ella no necesita ni manifestarse por una vivienda digna ni montar un zulo supersecreto y ultratecnológico en el que esconderse cuando los violentos cacos del Este que por aquí pululan pretendan asaltarla. Seguro que no tiene miedo. Seguro ella que no tiene ese miedo.
Así que rogaría al Delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid que no les vuelva a mandar sus lebreles a aporrearlos, que bastante hacen los pobrecicos con divertirse de esa manera en vez de darle al botellón. ¿O es que lo que prefiere el Señor Delegado es que los chavales se desvíen al vicio más macarra y absurdo de beber por beber? Porque si es absurdo que unos chavales (Supongo que todos ellos universitarios, que los trabajadores estarían aprovechando el tiempo divirtiéndose o descansando, que al día siguiente había curro) en uso de sus facultades mentales piensen que manifestándose van a conseguir algo, sería mucho peor si pensaran que lo mejor que pueden hacer es emborracharse en su tiempo libre, bien porque no crean en ninguna utopía por la que luchar o porque ya lo tengan todo conseguido en la vida. Y si no piensen en lo que ha ocurrido en la periferia de Paris y de otras ciudades francesas.
Ahora que lo pienso, a lo peor lo que quieren es efectivamente que los chavales se den al vicio del borreguil bebedero comunal, vulgarmente “botellón”, se agilipollen, no piensen y así manejarles mejor (“orientarles políticamente”, dirían ellos), que es el sueño erótico favorito de todos los gobiernos. Nada mejor en ese caso que reprimir a los pobricos manifestantes utópicos a ver si se acongojan y la semana que viene (en el mismo sitio, a la misma hora) encuentran otro entretenimiento alternativo, con tal de que no toque las narices al Gobierno y a su vicepresidenta, que tienen cosas mucho más importantes que hacer, del tipo deshojar las margaritas de la negociación con ETA o bailarle el agua al presidente bolivianizador que todo lo bolivianiza.
Yo siempre he pensado que detrás del botellón, detrás de ese beber porque sí, beber porque lo divertido es estar borracho, beber porque “es” joven y está de moda, beber para no pensar, está el Gobierno. Todos los gobiernos, claro, cualquier gobierno. Ya no les basta con la televisión, con tantas televisiones, que cuanto más borrachos estemos más fácil les resultará todo. Más fáciles les resultaremos.Como todavía me quedan unas líneas, me permito enviarles una sugerencia, que no se manifiesten en Madrid, que están muy acostumbrados y ya ni se nota, sólo enfollonan más todavía el caótico tráfico de la capital castellana, si fueran listos deberían ir a manifestarse delante de la vivienda digna que la vice se está montando, para envidia de jóvenes ilusos, en La Granja de San Ildefonso. No, mejor aún, que monten un botellón alternativo-reivindicativo delantico de la puerta misma.

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