Palencia es una emoción:

27 septiembre 2006

¿PERO TODAVÍA COLEA EL ONCE EME?

El 11-M, “ése” 11-M, estaba yo ingresado en un hospital, ya hacía un rato que había amanecido y encendí la radio. “Un atentado en Madrid” –dije en voz alta. E inmediatamente la acompañante del otro enfermo con el que compartía habitación se puso en pie como impulsada por un resorte, se puso una chaqueta y dijo: “Ay, madre, hay que ir a votar, ahora sí que voy a votar. Voy a arreglarlo todo (determinadas obligaciones profesionales, especifico yo) que el domingo hay que votar”.
A partir de ese momento y hasta la noche no hubo descanso, alternando la radio y la famosa televisión de monedas que hay en todos estos hospitales fui poniéndome al cabo de la calle de todo lo que había pasado y sufriendo por no poder estar frente al ordenador.
La cosa parecía clara en un principio, había sido ETA y lo que quería era influir en las elecciones. Ésa era la votación de ETA y me pareció entonces razón suficiente para anular aquellas votaciones. Luego vino todo el totum revolutum que ustedes conocen, incluidas manipulaciones claras del Gobierno, errores (¿intencionados?) de alguna prensa y manifestaciones nada espontáneas sino inducidas e ilegales ante las sedes del PP. Al final todos los indicios racionales, excepto determinados flecos de no siempre fácil explicación y que todavía están por completar, nos llevan a pensar que los atentados fueron obra de fascistas islamistas.
Aún quedan dudas y lagunas sobre la autoría definitiva de los atentados o cómo fueron llevados a cabo, pero la verdad es que me da exactamente igual quién puso las bombas, quién las financió y quien lo aconsejó. Al final los Tribunales de Justicia determinarán y personalmente asumiré lo que ellos decidan. A efectos políticos me sigue dando igual quién está detrás de todo ello, sigo pensando que aquellas bombas tenían la clara y contundente finalidad de influir en la libertad y en la decisión de los electores, razón suficientísima para atrasar las votaciones un par de meses, además estoy convencido de que el resultado hubiera sido similar al que fue.
Pienso que el Gobierno del PP se equivocó al no hacerlo, pero una vez que se decidió seguir adelante con aquellas urnas también debemos reconocer que tienen todas las bendiciones democráticas, no hay ni un solo “pero” que ponerles y el Gobierno que fue su resultado es el Gobierno legítimo de España. ¿A qué viene tanto alboroto en los titulares de radios y periódicos por machacarnos con presuposiciones, indicios, falsedades y opiniones sobre todo ello? ¿Por qué tanto empeño en deslegitimar un resultado que tiene todas las bendiciones democráticas?
Ambas partes, Gobierno y Oposición, los de entonces y los de ahora, tienen culpas y aciertos repartidos en proporciones semejantes, nadie puede arrogarse el monopolio de la honradez, de la verdad y del acierto, ambos se jugaban demasiado para ir de hermanitasde la caridad.
¿Saben una cosa?: En uso de mi libertad nunca habría votado a ninguno de estos dos grandes partidos. Si hubiese podido ir a votar.

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