Palencia es una emoción:

30 noviembre 2007

Los 50.000 internautas del PSOE.

Dicen quienes saben de esto, las malas lenguas habituales, que Pepe Blanco ha contratado a cincuenta mil internautas para que naveguen, viento en popa a toda vela a favor del PSOE, interviniendo en los medios digitales en socorro del gobierno. Algo así como el diario PÚBLICO, incapaz de la más leve crítica a Zapatero, pero en versión amateur, digital y multitudinaria. Pura agit-pro que tan bien se le ha dado siempre a la izquierda. Aunque digo yo que tal y como están las cosas para qué necesita Zapa que nadie le eche una mano, ya está Rajoy.

La verdad es que se les echa de menos, a ver si se anima esto. Por algún misterio, inalcanzable a mi ignorancia, la presencia de la España progre en los medios digitales es mínima y casi insignificante, desde luego no corresponde con su presencia social y menos con su presencia en las urnas, vaya usté a saber por qué. Así que en principio sea bienvenido ese aluvión de nuevas intervenciones en los diarios digitales que verán así aumentadas sus páginas visitadas y por lo tanto sus ingresos.

Hasta ahora esa sociedad civil progre que animan Zapatero y Pepe Blanco no aparecía casi por ningún lado, era una ilógica minoría, sólo algunos intervinientes que con frecuencia escribían exabruptos, insultos y disparates, dejaban constancia de que esa mitad de la sociedad existía. Claro que quienes se sentaban ante el teclado para insultar a los blogueros conservadores se encontraban siempre con la otra mitad de la España bloguera igualmente maleducada e insultadora. A veces era difícil saber quién decía las mayores barbaridades, quien insultaba más fuerte y voceaba más. Parecía una competición de brutalidad, algo así como cuando en las fiestas de un pueblo de la sierra que yo me sé competían a ver quién daba más fuerte con la cabeza en el pilón de la fuente. Pero en versión digital, vaya. Y con la cabeza del otro.

Lo que me temo es que dado el ejemplo que nos prodigan nuestros políticos esto se va a convertir en un campo de batalla, tal que el Congreso en tarde de sesión de control al Gobierno. Si las palabras fueran balas, pongamos que de goma, esto sería como una calle de la Bolivia de Morales o la Venezuela de Chávez, convertidas todas en batalla campal. Aquí nadie se refrena y tonto el que se calle, viva el insulto y maricones los del otro bando.

Porque hay una mayoría de torpes ciudadanos que entiende esto como cosa de bandos, supongamos que liderados por partisanos tan “independientes” como Suso de Toro o Pío Moa, que a ver quien les hace ver que no todo en el Gobierno es fulgor solar ni noche cerrada, que hay matices, diversos colores y que incluso el gris puede tener diversas tonalidades. Pues eso, bandos enfrentados.

Los blogueros cuando se ponen se ponen de verdad y no hay quien les pare. Todos se creen, quizá “nos creemos”, con más razón que un santo y con más derechos que nadie y a mi no me calla ni el Rey que mandó callar. Es el peligro de la libertad, es el precio de la libertad, que hay quien se cree que todo vale mientras sea yo el que hable. Como se pongan a la vez los cincuenta mil nuevos blogueros del PSOE y los otros cincuenta mil que ya están del PP no sólo van a colapsar la red, es que van a colapsar aquel diccionario secreto de tacos e insultos que se sacó Camilo José Cela. Escribir en la red se va a convertir en un desafío y una prueba olímpica de esgrima con palabras gruesas en vez de espadas finas. Harían bien Blanco y Zaplana, tanto monta, en preparar unos cursos “on line”, para que lleguen a toda España, o a todo el Estado, en los que no sólo se trasmita la doctrina oficial del partido sino que se enseñe ortografía, puntuación y sintaxis. Y respeto, mucho respeto.

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