Palencia es una emoción:

13 mayo 2010

Zapasivo

Qué quieren que les diga, uno es aficionado a la prensa desde hace muchos años, quizá desde que de niño veía a mi padre leer todos los días su diario. Día tras día salgo de casa  habiendo leído buena parte de la prensa digital y alguno de los más importantes periódicos de papel. Esta mañana también lo he hecho y me he quedado con la boca abierta.

Las fotos, oiga, me han impresionado las fotos de La Gaceta y El País. Zapatero en ellas, obviamente. Zapatero con bolsas en los ojos, Zapatero con la cabeza gacha, Zapatero cargado de hombros, Zapatero apesadumbrado. Zapatero herido, ofendido, aplanado, abrumado, acongojado, angustiado.

Las fotos valían efectivamente más que mil palabras, sí. Y los respectivos titulares valían más que mil fotos. Ambos, digo; también el de los amigos de “PRISA”. El Zapatero retratado con patéticas palabras, con despectivas fotos, era la imagen penosa de un empleado de confianza despedido después de cuarenta años en la empresa, la del directivo obligado a recoger sus pertenencias ante sus antiguos empleados para abandonar definitivamente el despacho de lujo que una vez tuvo, la del empresario que ayer estuvo a punto de dominar comercialmente todos los océanos y hoy tiene que subastar sus pertenencias para pagar a los acreedores.

Eran fotos crueles que retrataban con agria exactitud a un hombre amargado por sus errores, resentido por haber desperdiciado años de bonanza embarcado en sonrisas y discursos pintureros y vacíos de contenido, aplanado por la inmensidad de su responsabilidad histórica. Zapasivo.

Mientras Zapasivo veía crecer imaginarios brotes verdes su empresa se hundía, sus empleados perdían el trabajo sin que él moviera los resortes a su alcance para evitarlo. Le abruma habernos llevado a esta situación que todos veíamos venir sin que haya querido evitarlo; le acongojan sus dos tardes de clases de economía que no llegó a recibir; le hieren sus discursos hueros de contenido, sus solemnes promesas de protección social que no ha podido mantener. Le angustia haber intentado obcecadamente ocultar una crisis que todo el mundo anunciaba, incluidos grandes economistas socialistas. Le aplanan los dos años en que ha hablado a los españoles como se habla a los más acríticos y estólidos partidarios, le apesadumbra haber hecho caso a sindicalistas obsoletos que le bailaban el agua interesadamente, detrás de subvenciones o prebendas.

No soporta no haber tomado antes medidas que ahora podrían haber evitado congelar las pensiones de tantos ancianos a los que ingenuamente prometía defender, le lacera no haber congelado hace dos años sueldos y gastos públicos que podrían haber evitado la actual rebaja salarial, el recorte en inversiones y creación de riqueza.

Qué quieren que les diga, uno es aficionado a la prensa desde hace muchos años y me han impresionado las fotos de La Gaceta y El País. Zapatero en ellas, obviamente. Zapatero con bolsas en los ojos, Zapatero con la cabeza gacha, Zapatero cargado de hombros, Zapatero apesadumbrado. Zapatero herido, ofendido, aplanado, abrumado, acongojado, angustiado.

Él jamás iba a tocar las políticas sociales. Zapasivo. 

No hay comentarios:

Seguidores del blog

Otros blogs míos.