Palencia es una emoción:

12 junio 2010

Que viva Pablo Iglesias

Anda ahora el PSOE celebrándose y celebrando a su fundador. Supongo que lo mejor que se puede hacer en tiempo de aflicción es enredarse en festejos para olvidar. Terapia ocupacional, posiblemente. Hasta el abuelo Felipe se ha metido en el alboroto para que no se olviden de él.

Celebran, ya digo, a Pablo Iglesias, que pasó a la Historia por luchar por el más débil, por el obrero, por el trabajador, por el abandonado de la vida, por el miserable. Pablo Iglesias quiso una vida mejor y más digna para los obreros, que trabajaran menos días a la semana, que trabajaran menos horas al día, que cada mes tuvieran un sueldo proporcionado, que su jubilación fuese digna y suficiente. Lo que nos hace difícil a los demás creer que Zapa y compañía sean sus seguidores.

¿Dónde está la izquierda de Pablo Iglesias? ¿Dónde está el PSOE que lucha por la dignidad del trabajador? ¿En qué se ha convertido la izquierda española? Que lo publicite Almodóvar, que lo narre Javier Bardem, que lo cante Víctor Manuel, que Celestino Corbacho ponga número a los obreros en paro, a las familias sin ingresos... después de seis años de gobierno de Zapatero.

Aquella izquierda ha contribuido sin duda a un aumento de la calidad de vida y a una mejora de las circunstancias laborales de los trabajadores. Aquella izquierda contribuyó a que la vida de los obreros fuera más digna, más larga y transcurriera en mejores condiciones profesionales, sociales, culturales y familiares. Y llegado su momento aquella izquierda dejó paso a un socialismo desorientado que parece haber perdido las causas que siempre defendió, que no sabe cómo pervivir ni cuál ha de ser su misión actual con el nuevo proletariado.

Según creo recordar he vivido tres o cuatro graves crisis económicas, momentos como el actual aunque menos comprometidos, momentos en los que también se congelaban sueldos a funcionarios o jubilados. Sí, cierto, ninguna de esas ocasiones fue tan grave como la actual, en ninguna hubo que rebajar la soldada a ningún empleado, ninguno de los anteriores momentos delicados de la economía llegó a amenazar nuestra calidad de vida como sucede actualmente. Pero cada una de esas crisis terminaba con una remodelación de los contratos laborales: al final todas las negociaciones terminaban con una reducción grave de los días por año trabajado con los que se intentaba compensar a los obreros despedidos.

Y ahí estamos otra vez. Cada vez el obrero más indefenso, cada vez menos días de  compensación por despido, cada vez menos derechos. Ay, si Pablo Iglesias se animara a echar una miradilla. ¿Pero dónde está el PSOE, cómo defiende a los obreros, su dignidad, su puesto de trabajo, sus percepciones de paro...? ¿Dónde están los defensores del indefenso, dónde los que luchan por el marginado, dónde los que impiden que aumente el número de parados? Ah. Sí, ya sé, están en Extremadura diseñando talleres de “manufacturas” sexuales, están en el ministerio de Bibiana Aido realizando un mapa del clítoris, están en Cataluña construyendo páginas web que aconsejan a los jóvenes cómo fornicar más y mejor... ¿Cómo van a ocuparse del trabajo del trabajador, del paro del parado, del despido del despedido?

Para la izquierda actual, para los herederos de Pablo Iglesias, la dignidad del obrero ya no está en su trabajo, en su salario, en sus condiciones laborales. Para el actual PSOE la dignidad obrera es sexo frecuente y fácil, aquí te pillo aquí te cepillo. De pronto la consideración obrera está en la bragueta, está en echar un polvete rápido y cuanto antes.

Eso sí, cada crisis económica conlleva su correspondiente e inmediata disminución de la compensación por despido. Con la colaboración de la izquierda. ¡Viva Pablo Iglesias, coño! 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, para los que sabemos quien fue este azno, no se diría que es una cortina de humo, yo creo que se destapan. Pablo Iglesias fué un renegado católico que abrazó el islam y se hizo bautizar en Äfrica por el mismísimo descendiente del rey Boaddil de la Granada Nazari. En resumen, los andaluces, no saben lo que cantan (los que lo cantan, claro) en su Imno de Andalucia "los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos". Ya tenemos CUATRO canales atonómicos para mantener la clientela y el déficit, y uno, en alta definición. Y la Junta Andaluza está imponiendo a base de milloncejos, el árabe como segundo idioma en las escuelas.¡¡ manda 00 !!

Pedro de Hoyos dijo...

Oiga, señor Anónimo, esto... ¿sabe de qué está hablando? ¡¡Por favor!!

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