A mí Inglaterra me gustaba cuando la segunda guerra mundial. Bueno, menos cómo se lo hicieron pagar al hombre que hizo posible su victoria. Pero antes de seguir adelante sentemos que como hacemos la mayoría de los españoles cuando digo Inglaterra quiero decir Gran Bretaña. Pues eso, que fueron unos machotes cuando Hitler se puso bravo y hay que admirarles por ello. Yo les admiro, mea culpa.
Y les admiro por Oxford, Cambridge y algunas otras cosas más cuyos efectos no se ven reflejados en esa marabunta de babosos borrachos de tintorro de caja de cartón, ciegos de paella barata y enrojecidos por el sol que pueblan nuestras costas. Claro, que ésa fue la torpe opción turística que eligió España un determinado día. Que un pueblo que fue tan grande como para no necesitar una Constitución escrita para determinar democráticamente el reparto de poder produzca garrulos industriales, analfabetos sociales e ignorantes integrales en cantidades tan grandes es un ejercicio de retroceso social de tamaño planetario, que diría la Pajín. Es una incógnita determinar cuando empezó tan gigantesca decadencia.
Y ahora uno de esos papeles británicos que llaman periódicos (les hay nobles y elevados, no me refiero a ellos) que responde al nombre de TheTimes, antiguamente respetado y serio referente de prensa de calidad, habla de cómo se pasea Michelle Obama por “la racista España”. Lo de The Times debe ser decadencia paralela a la del Imperio británico, si no, no se entiende. Un periódico serio no puede hablar de racismo en España después de haber exterminado a naciones enteras por su propio y egoísta interés.
¿Hablamos de su colonización en la India y Pakistán por ejemplo? Oiga, que de eso no hace tanto tiempo, que el Imperio Británico se sustentó sobre ese escenario. Y también sobre lo ocurrido en Suráfrica, si quieren hablamos de lo ocurrido en la colonización de Suráfrica y cómo tribus enteras eran sometidas a los deseos de los fusiles ingleses.
Aunque yo preferiría hablar de Estados Unidos. Allí naciones enteras que todos conocemos fueron borradas del mapa por el séptimo de caballería y los demás “cuchillos largos”. Allí no quedan hijos de Toro Sentado que no estén borrachos o vendiendo alfarería a los rostros pálidos que visitan la reserva los fines de semana. El racismo británico y de sus herederos eliminó todo resto de ADN no genuinamente europeo. Ah, sí, ya, últimamente a los pocos indios que van quedando les han concedidos licencias para dirigir casinos y salas de fiesta, qué alivio.
Pasear una semana por las calles de cualquier capital suramericana es observar la mezcla de razas que conllevó la cultura española, comprobar la pervivencia de razas autóctonas, sus idiomas y sus culturas. Y no, no todo es de color de rosa en la colonización española, claro, pero semejante observación no se puede llevar a cabo en Chicago, Denver, Nueva York, Washington o Savannah donde no queda resto posible con el que realizar una comparación.
Y por si todavía quedasen dudas busquen ustedes fotos, o cierren los ojos y échenle imaginación, y comparen una formación militar de los ejércitos mexicano, guatemalteco, hondureño, salvadoreño, peruano o ecuatoriano con una formación del ejército estadounidense. ¿Quién mantiene todavía vivos en la sociedad los rasgos étnicos, culturales e incluso lingüísticos de los antiguos pobladores? ¿Vemos una foto de West Point?
A mí los ingleses lo que me parecen es unos envidiosos de tres pares. Un periódico antaño acreditado como The Times no debería caer en la demagogia, en el sensacionalismo ni en el ridículo para vender más accesos a su página web.
Hombre, que me digan ahora lo de la España racista...
1 comentario:
Inglaterra se está hundiendo,por eso se ensaña con España, su tradicional adversario. Se sienten mal porque los españoles tenemos, " de momento ", un problema menos dramático que el suyo en el tema de la asimilación de la inmigración. Al abordar la integración de los inmigrantes según el concepto liberal desfasado del " comunitarismo ", se ha encontrado con un país en el que los grupos raciales y religiosos se yuxtaponen a los del resto de la sociedad y se pueden ignorar los unos a los otros sin necesitar un referencial moral o ideológico, alejándose cada vez más de una sociedad regida por unos principios aceptados por la mayoría. Ven cómo se puede ir todo al garete en unas décadas y transformarse su nación en un magma cuanto menos inquietante. En España la situación no es tan extrema y, posiblemente, sepamos integrar a la inmigración por ser nuestro sistema más parecido al francés o " igualitario ". Ese puede ser un motivo de envidia, unido a esa rivalidad secular, a ese querer hacernos la puñeta por haberlos combatido por la preponderancia económica y militar, aunque toda esta historia pertenezca a un pasado muy lejano y parece ridículo que sigan recurriendo a tópicos tan añejos....
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