La mayoría de los españoles hemos nacido y crecido durante el franquismo. Teóricamente España entonces era un reino... de cuyo rey no se tuvo noticias durante muchos años. Pero el Jefe del Estado era el que era y en las condiciones en que lo era... ¿No se parecía más España a una república que a otra cosa?
Parecía que la Transición había acabado con el dilema hasta que llegó el abuelo de Zapahuero paseándose por todos sus discursos y nos descubrió que nuestra felicidad orgásmica dependía de que alguna vez España se levantara republicana de nuevo. Estamos a punto de cambiar nuestro habitual “Sssta luego, oyes” por un “Salud y república, camarada”. La República Zapatera tiene ya medios de comunicación que la apoyen y defiendan, la monarquía ha dejado de ser un tabú y hasta revistas barriobajeras como “El Jueves” se ríen a mandíbula batiente.
En la organización de las naciones del mundo la monarquía es una minoría, las repúblicas son mayoritarias. Estoy convencido de que tarde o temprano Zapa conseguirá su objetivo y que algún día se proclamará la tercera república.
¿Que por qué no se ha proclamado aún? Personalmente creo que sería inmensamente más fácil hacerlo y que muchos españoles más la apoyarían si sus mayores avales políticos no vinieran de quienes realmente no quieren esa tercera república, sino de quienes quieren la Segunda República Bis. Y de esa película conocemos trama, nudo y desenlace. Y no sólo tuvo un muy mal final, sino que toda ella fue un mal guión con pésimos protagonistas y peores diálogos. Demasiada “acción”.
Ése, a lo peor, es el mayor problema de los tercerarrepublicanos. Que lo que les pone el cuerpo a mil es la segunda, no la tercera.
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