Desde hace mucho tiempo tengo la
clara sensación de que España es un país de izquierdas; dicho de otra forma: en
muchos ambientes sociales ser de izquierdas “viste” más que ser de derechas. El
español que es de izquierdas presume de ello, el de derechas suele callar o al
menos tratar de pasar desapercibido. Y aunque no viene a cuento de lo que voy a
escribir, déjenme decir que además buena parte de la gente e izquierdas se cree
con la obligación de predicar, de convencernos a los demás y salvarnos de
nuestros errores. Qué pesadez.
La victoria de partidos de izquierdas
suele ser más fácil que la del PP (Añadamos que en países como Francia hay
hasta tres partidos de derechas, incluido el Frente Nacional, sin que nadie se
rasgue las vestiduras) y suele ser acompañada de grandes alharacas de la prensa
“independiente” (siempre vestida de progre, como decía más arriba), mientras la
prensa que apoya al PP es prensa “esclava”, “pagada” o subvencionada”). Todo esto
forma parte de un ambiente divertidamente progre. Así, los graves pecados del
PP son siempre peor vistos y más condenados que los del PSOE y las culpas de
los conservadores son más grandes que las socialistas, por ejemplo. A los
grandes políticos conservadoras se les dice retrógrados o fascistas y hay que “barrerlos
de la faz de la tierra”, mientras nadie llama marxista a un marxista o
leninista a un leninista, y a la más rabiosa actualidad me refiero. Ese ambiente
social en el que es más moderno ser de izquierdas que de derechas y los robos,
latrocinios, timos, desfalcos y otras fechorías del PP han propiciado el
ascenso de Podemos, a pesar de que ningún español quisiera vivir en los países
que sirven de referencia a Pablo Iglesias y los suyos, sin que hayan surgido partidos
con argumentos conservadores, defendidos con éxito en Italia, Francia o Polonia
por partidos similares. VOX ha tenido que plegar alas y esperar mejor ocasión, aunque
este sábado celebra primarias, por cierto.
Y en
estas van e imputan a Chaves y Griñán. Ya les digo que para las huestes progres
sus pecados son menores que los de derechas. “Al menos no robaban en provecho
propio, sino que distribuían esos millones entre los trabajadores. Con
generosidad y altruismo. Tendrán que dimitir porque las leyes son para todos,
pero no me negarán que no son culpables como los ladrones del PP”. (1)
(1) Oído esta tarde en la cola
del pescao. Estuve hablando diez minutos con esta persona sobre el voto
cautivo, la compra de voto en Andalucía, las mariscadas sindicales y otras
zarandajas así, pero no me sirvió de nada. La realidad era que si son de
izquierda tienen bula. Bajé la cabeza, pagué mi pescadilla y unas pocas
sardinas y me fui a casa. Triste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario