Cuando salgamos, todos vamos a follar con todos

Como el lector comprenderá la frase no es mía ni corresponde a lo que mi visión de la vida me animaría a decir ni mucho menos a publicar ni a titular. Pero la he tomado para señalar cómo es la vida, cómo es España, cómo estamos haciendo España. Y esto no lo remedia ni la mayoría aplastante que un supuesto partido ultracatólico tuviera en las Cortes. España es “asín”.

Hemos convertido a España en un folladero europeo. Aquí vienen los extranjeros a follar como los españoles van a la Cuba de Castro, como los norteamericanos iban a la Cuba de Batista. Ah, también vienen a abortar, es la lógica consecuencia. Antes también venían, para país liberal en cuestiones de aborto y sexo no hay nada como España, pero con la nueva ley que afirma que abortar es un derecho (manda cojones, señores diputados católicos del PSOE) se montarán excursiones “low cost” y “todo comprendido” desde Amsterdam o Estocolmo.

La frase corresponde a los concursantes (¿Es eso un concurso?) de Gran Hermano. Créanme, tampoco he leído más, apenas las palabrejas en cuestión llegaron a mis neuronas corrí al ordenador a pergeñar estas cuantas líneas apresuradas y mal escritas porque me parecen definitorias de España. Prohibido fumar, sí, pero tonto el que no folle a troche y moche, gilipollas la “tía” (una palabra que define el ambiente) que no se tome la píldora del día después o que llegados los dieciséis no aborte como el que va al súper. Sin que se entere su padre, faltaría más, no vaya a ser que se nos traumatice la criatura...

Y ésa es la España que estamos construyendo, la España de Gran Hermano, la España que sustituye el canal de noticias 24 horas porque no interesa y pierde dinero por otro que televisa, las mismas 24 horas, toda esta basura que los ciudadanos votantes, demócratas y críticos, devoran con pasión, fruición y devoción. Si la moral de un país es así, si la ética no nos dice que ya vale, que ya basta, que no vale todo, ese país merece una invasión de las tribus bárbaras del exterior del imperio y que lo destroce todo, llevándonos a varios siglos consecutivos de barbarie, ignorancia y atraso colectivo. Al tiempo.

Antes de que el avispado lector de turno levante la mano para dejármela caer cobre mi desprovista cabeza: No estoy hablando de Religión, que también podría, sino de ética, de sensibilidad, de moral colectiva. Hablo de un país impotente y paralizado que admite denunciar a quien enciende un cigarro pero consiente agilipollada, mema y cretinamente botellones todos los fines de semana, algunos de ellos de varios días de duración y en recinto universitario. Que ya les digo que España es “asín”.

Rajoy el silencioso no va a cambiar esto  porque le faltan bemoles y el apoyo de la sociedad española que está encantada de haberse conocido y de ser como es. Como somos. Suponiendo que Rajoy sacara mayoría suficiente dentro de un año y pico. Que está por ver.

Si ésta es la España que queremos para el día de mañana que viva el independentismo vasco, catalán, gallego, extremeño, andaluz y castellano. Abajo España, a la mierda los españoles, a la mierda España.