Palencia es una emoción:

18 mayo 2011

No hay tanto pan para tanto chorizo

Es la frase con la que los indignados ciudadanos han tomado la Puerta del Sol y es una frase certera, breve y original, como se espera de todos los eslóganes. Mis simpatías están en principio con este grupo de personas que por fin se movilizan para acabar con la corrupción, con las listas cerradas y con el duopolio del PPSOE.

No obstante, conociendo el mercado de ganados al que nos enfrentamos en un país adocenado, donde la Educación ha condicionado a varias generaciones, en el que la máxima preocupación del ciudadano suele ser llegar a casa para ver el partido del siglo, “Gran Hermano” o “Física o Química”, no me creo que éste sea un movimiento espontáneo, libre de ataduras ideológicas y capaz de acoger en su seno a todos los que queremos una democracia real ya.

Ciertamente los dos partidos son responsables de llevar en su seno a políticos de dudosa reputación, en determinadas ocasiones se parecen como dos gotas de agua, ambos son capaces de cualquier maniobra ideológica para arrimar a su sardina ideológica el ascua de una votación en el Congreso, aliándose con quien hasta ayer fue su enemigo y cediendo cuanto éste le solicitaba para conseguir que salga adelante una ley de dudosa calidad democrática. Y sin embargo nunca han demostrado el menor interés por modificar una ley electoral que les beneficiaba.

Ambos partidos son aliados de los banqueros, ambos se apoyan en el capital, ambos han coincidido en el millonario rescate a la banca. Pero uno de ellos gobierna, o debería haberlo hecho, esta decadencia económica y moral y el otro lleva años levantando la voz contra este desbarajuste económico en el que el dontancredismo zapateril nos ha metido.

No me lo creo, no me los creo; estamos en los primeros días de esta Intifada, ¿o sólo es un amago?, y en las imágenes aparecen jóvenes con pintas de macarra (ustedes perdonen: estoy convencido de que todos nos uniformamos cada mañana al salir a la calle para ser aceptado por el grupo al que pertenecemos) y quejosos abuelos con la jubilación congelada pero con aire tan desconcertado como debo tener yo en este momento, produciendo la manida sensación del pulpo en un garaje.

No me lo creo desde el momento en que Willy Toledo se ha pasado por allí a echar unas risas y mostrar su solidaridad, no me lo creo desde el momento en que socialistas corresponsables del pésimo manejo que sus dirigentes han realizado de la crisis económica se quieren subir cual césar victorioso al carro de las demandas de este grupo, supuestamente campechano y abierto, que en principio deberían ir siempre contra el gobierno, en este caso su gobierno.

Y no, éste no es un movimiento espontáneo, surgido de la nada o de las redes sociales, lo que es decir lo mismo, sin más propósito que manifestar el descontento de una juventud decepcionada porque no encuentra trabajo. No sé quién al final va a ser el responsable en las urnas de estas quejas, manifestaciones y previsibles algaradas, que parecen dirigirse contra “el sistema”, sin que nadie sepamos quién es ese señor, a qué nombre responde, qué cargo tiene y dónde tiene fijada su residencia, más que nada porque las culpas y responsabilidades no son etéreas y evanescentes sino que deben tener un nombre al que ser dirigidas.

Decenas de ingenuos como el abuelete que describía antes pueden caer en esta red a no ser que alguien se pase con el alcohol y aparezca redivivo el Cojo Manteca rompiendo farolas, quemando contenedores y acusando a la policía de que el Deportivo Navarés no haya subido a primera división. No me parece casualidad que después de años viendo ayudas multimillonarias a la banca y callando, viendo crecer el paro con resignación, viendo cerrar empresas con indiferencia, viendo caer la calidad de vida y contemplando como el gobierno silbaba y miraba para otro lado esto surja con vida propia, sin padre ni madre conocidos y sólo con intereses altruistas, generosos y benéficos.

¿Cómo se llamará esta vez el Cojo Manteca?

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