Palencia es una emoción:

04 junio 2011

Buen intento, chicos, ahora toca limpiar y desinfectar.

Me empiezo a cansar de tanta indignación irresoluta, me aburren, estos indignados son monótonos, repetitivos. Tenían y siguen teniendo buena parte de razón, pero han ido perdiendo razones paulatinamente; nos representaban ellos y sus críticas pero ya no nos representan. Han caído, están cayendo, bajo la trampa asamblearia. La democracia asamblearia suele carecer de rigor quizá porque el que más chifla, capador. Y eso no es bueno.

Las críticas lanzadas por el movimento 15M al sistema tienen gran base, muchos españoles hemos simpatizado, en diversos y variopintos niveles, con ellos pero no han sabido encauzar y dar un adecuado final a sus generalmente justas demandas. Conste que había también astracanadas, quiméricas ideas propias de adolescentes y posiciones ideológicamente tercermundistas que nos habrían retrotraído a la Edad de Piedra pero había ideales nobles y fácilmente defendibles por la sociedad.

Sin embargo todo eso no parece conducir a nada, todo indica que el 15M va a morir por agotamiento sin que sus ideales hayan traspasado la Puerta del Sol ni las portadas de la prensa. Se han convertido en la familia Trapisonda, se han dejado trufar por saltimbanquis y macarras con aspiraciones de violadores. Algunos de los que allí estaban lo hacían porque no podían trabajar con cuello duro y corbata por 3.000 euros al mes. Ahora mismo son un estorbo que o se regenera como la misma sociedad a la que pretenden reformar o fenece de pura inanición intelectual.

Es una lástima que el mundo idealista que proyectaron sus iniciadores se haya quedado de nuevo en un intento manchado de buenas intenciones. Las elecciones regionales y municipales fueron su principio del fin. No es necesariamente bueno que lo que llamamos normalidad democrática se impusiera sobre la revolución inteligente y pacífica porque hemos dejado de edificar nuevos valores que sustituyeran a algunos de los actuales, decadentes, antidemocráticos e injustos.

Pero su derrota no viene sólo de las urnas, sino de su propia incapacidad para generar ilusiones y trasladarlas a la sociedad. No sé si llegará un día que la policía entre a limpiar Sol, pero puede que no haga falta si la asamblea masiva somete a la asamblea inteligente. Ahora mismo los indignados han fracasado, tal vez porque quisieron abarcar muchos frentes y cambiar el mundo cuando con cuatro o cinco ideas básicas, ésas que todos apoyábamos, podían haber cambiado el sistema.

Os quedan pocos días, o demostráis que sois útiles y tenéis algo que ofrecernos o desapareceréis solitos, sin que Alfredo mande a sus huestes que os pasen a cuchillo. O que os midan las costillas con sus porras. Os habéis convertido en un estorbo y una rémora para la higiene, el orden y el comercio, tres de las bases de nuestra maltrecha, pese a vosotros, sociedad. Toca recoger los bártulos, limpiar y desinfectar, buen intento, chicos, gracias y hasta otro mayo en que estéis más lúcidos.

2 comentarios:

FATAMORGANA dijo...

Me entristece este fracaso. Todos los grupos de opinión, que estaban con ellos en lo principal, la indignación ante los atropellos "democráticos" de la clase política, nos hemos quedado asomados al balcón.
Mi padre decía de un general, compañero suyo, durante los acontecimientos del golpe de Tejero, que acabaron por apodarle el "¿Quiénes vamos ganando?"
Se han hecho dueños de la indignación ciudadana, hasta el punto de disfrazarla de astracanada, los impresentables de siempre.
Rubalcaba es siniestro y hábil, como todo Gran Visir que se precie y sólo ha tenido que sentarse a esperar el suicidio colectivo de los indigandos.
Un saludo

Pedro de Hoyos dijo...

Es una pena, con cuatro o cinco ideas (nadie vende más en un discurso, pregón, homilía o anuncio) que hubieran repetido, enunciado y propagado habríamos podido cambiar muchas cosas. Habría sido un principio.

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