Palencia es una emoción:

10 agosto 2011

Toda España prepara la visita del Papa

La noticia de la llegada del Papa conmocionó a toda España, no hubo hogar en el que no se hablara de ello y de empezar los preparativos para recibirle. España entera vive un tiempo especial de espera tensa, de confección de carteles y pancartas; las familias españolas disponen su afectividad para estar a la altura de los acontecimientos, para que el mundo entero tenga noticia de cómo somos cuando de demostrar nuestra idiosincrasia se trata.

Centenares de autobuses y miles de plazas de tren, por no hablar de coches particulares, están dispuestos para cuando Benedicto XVI arribe a la capital. Media España se moviliza para encontrarse en Madrid y salir a las calles a manifestar cuán progresistas somos, cuán modernos somos, cuán anticlerical es el Estado Español. Viene el Papa a amenazar nuestras libertades, a hablar contra el aborto, contra el matrimonio homosexual, contra la droga, a hablar de responsabilidad y trascendencia, a dar nuevamente su mensaje trasnochado y obsoleto a la juventud española, a la misma juventud a la que los partidos regalan preservativos, alegre y desinteresadamente, para captar su voto. Nosotros, los progresistas, los que buscamos referentes intelectuales de avance y progreso como el ministro Mendizábal, no podemos permitir que los conservadores, la caverna mediática y el fascismo que enarbola como enseña la bandera española se adueñen de las calles, hemos de salir a defender nuestros grandes eruditos como Leyre Pajín y Bibiana Aido y las libertades que nos trajeron. Sus esfuerzos por democratizar y popularizar el aborto hasta conseguir que media Europa aborte en España, la lucha contra la violencia de sexo, que tan brillantes resultados nos ha dado, y la igualdad de sexos hasta en jurados populares no deben caer en saco roto.

Hay que salir a la calle, manifestarnos solidariamente con nuestros hermanos progresistas del 15M, los mismos que reclaman en sus sabias asambleas que los ricos ganen menos para que los pobres ganen más, angelicos, o que la Seguridad Social pague el cambio de sexo a los menores de edad. Tenemos que demostrar a Europa que no permanecemos impasibles contra el enorme dispendio para las arcas públicas que supone la venida del pontífice de los católicos. ¿Cómo podrían entonces financiarse aeropuertos como el de Ciudad Real?

Contamos con el apoyo de los sindicatos nacionales (perdón, quiero decir “estatales”, no me llamen españolista) que, aunque cautamente manifestaron con su democrático silencio el apoyo a las políticas económicas de Zapatero que nos han llevado de victoria en victoria hasta el éxito actual, acaban de convocar manifestaciones populares, progresistas y democráticas que pueden paralizar Madrid justo con la llegada del Papa. ¡Que se enteren en Europa de que los españoles no nos chupamos el dedo!, que sepan que somos más listos que el hambre, quizá por el hambre y las dificultades que nos están haciendo pasar los carcas conservadores y la Banca multinacional que el PSOE se ha visto obligado, muy a su ideológico pesar, a apoyar con miles de millones procedentes de nuestros impuestos. Que todos los informativos del mundo sepan la que le estamos preparando al Papa, que somos progre-guays y que no nos dejamos embaucar por toda la propaganda facha y eclesial.

La noticia de la llegada del papa conmocionó a toda España avanzada y moderna, no hubo hogar en el que no se hablara de ella y de cómo boicotearla, de cómo empezar los preparativos para recibirle con hostilidad. España entera vive un tiempo especial de espera tensa,  de confección pancartas y carteles anticlericales; disponen las familias españolas su radicalismo e intransigencia para estar a la altura de los acontecimientos, para que el mundo entero tenga noticia de cómo somos cuando de demostrar nuestra idiosincrasia intransigente, intolerante y radical se trata.

Centenares de autobuses y miles de plazas de tren, por no hablar de coches particulares -la España cañí que calló y otorgó siete años ante la sapiencia económica de Zapatero, adquirida en dos semanas de clases con Jordi Sevilla- están dispuestos para acudir a Madrid a manifestar su radicalismo anticlerical cuando Benedicto XVI arribe a la capital de España. Pues buenos somos nosotros. ¡A modernos nos iban a ganar, que viva Mendizábal!

2 comentarios:

javier dijo...

me pegas unos sustos con tus títulos, que un día me va a dar algo !! jaja

Pedro de Hoyos dijo...

Hay que dar algo de caña, Javier!!

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