Ramón Gómez de la Serna me parece
un escritor injustamente tratado por la Literatura Española, se le trata como a
un autor de poca relevancia cuando suyos son parte de los más profundos pensamientos
de la modernidad española. A Zapatero le gusta y eso sería buena señal si
hubiese llegado a tiempo, pero dado el estado de España se queda en mera y
triste casualidad.
A mí me gustaría supervisar
nubes, de pequeño en el patio de mi escuela ya jugaba a eso y tendido boca
arriba mientras otros marcaban goles yo pasaba los recreos descubriendo nubes
con forma de burro o de jirafa o con la cara de la profesora de la clase de al
lado.
Supervisar nubes es divertido…
los diez primeros minutos. Te cansas enseguida porque tienes que echar
demasiada imaginación y mucha valentía para catalogarlas todas. Además,
enseguida llegaba el timbre y tenía que volver a la realidad; luego en clase,
mientras mis compañeros narraban excitados sus heroicidades deportivas yo sólo
podía quedarme callado.
Deseo ardientemente que Zapa
supervise nubes ya que no ha sabido supervisar España, quizá también le faltaba
imaginación o valentía para poner en marcha las soluciones que le apuntaban
socialistas como Miguel Ángel Fernández Ordóñez o Joaquín Almunia. Le resultaba
mucho más fácil hacerse el héroe con los sindicatos que sólo podían quedarse
callados.
Supervisar nubes debe ser
bastante aburrido cuando llegas a determinada edad, supervisar nubes es una
actividad radicalmente pasiva, torpemente ineficaz cuando no eres un niño;
supervisar nubes cuando tienes sobre tus hombros la responsabilidad de dirigir
un país es también una cobardía. ¿No es fácil comprender lo que ha pasado en nuestro
país estos últimos años sabiendo que Zapahuero se ha dedicado a supervisar los
cielos en vez de supervisar España?
Ramón Gómez de la Serna era un
genio adelantado que en una sencilla frase definía un objeto o un problema,
poniendo sobre él el dedo de la ironía. Entre sus muchas greguerías hay alguna
que se puede perfectamente aplicar a nuestro presidente del gobierno,
supervisor de nubes a tiempo completo durante los últimos siete años y medio: “La
sidra quisiera ser champán pero no puede porque no ha viajado al extranjero”. Es
interesante que nuestros líderes sean cultos, pero sobre todo es interesante
que nuestros líderes sean líderes, marchen delante con nuestra confianza y
sepan a dónde nos llevan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario