Hubo una ocasión en que un gobierno saliente regalaba miles de euros al cine cubano, lo que equivale a decir al cine castrista. El castrismo, según creo, a estas alturas sigue siendo una dictadura, a pesar de lo cual la izquierda española pierde el culo por retratarse con sus representantes, abrazarlos y regarlos de dinero.
Ese mismo gobierno saliente no se atrevió a aprobar una última ley anti piratería, a pesar de tenerla largamente madurada y estudiada, a pesar de considerarla positiva, por el qué dirán los nuestros. Hoy día resulta fácil que cualquier choricillo de tres al cuarto te plagie un artículo o un libro y lo publique por su cuenta en Chile por ejemplo. A mí me ha pasado como ya expliqué en este blog hace tiempo. Sin pedirme permiso, sin comunicármelo, sin el más mínimo respeto el diario La Nación de Chile publicaba artículos míos al menos en su página web, ignoro si también en su edición impresa.
Hay que proteger los derechos de autor o acabamos con los autores. Lucía Etxeberría me parece cualquier cosa menos una persona seria y sin embargo tiene razón en su queja y en su denuncia, otra cosa será comprobar si llega a cumplir su amenaza de no volver a escribir.
Es necesaria una ley que ponga orden y dé a los autores la propiedad efectiva de sus obras literarias, musicales o artísticas en general. No cuál ha de ser esa ley, si la del PSOE, la del PP o una tercera, pero debe haberla y meter mano a los chorizos que se benefician del trabajo ajeno. Gorronear el esfuerzo, la cultura y la inteligencia de otros debe estar penado.
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