Palencia es una emoción:

04 agosto 2012

El Opus en el Gobierno


Se queja Tomás Gómez del poder del Opus en el gobierno, achacando a este grupo religioso una severa influencia en las decisiones gubernamentales y especialmente en la futura reforma de la ley del aborto. Con dosis de democrática paciencia y profundo conocimiento de la Constitución pide que se reforme cuanto sea menester para impedir por ley a esta “seudosecta” (es palabra suya) ocupar cargos públicos.

Asisto asombrado cómo nadie con autoridad de su partido ha salido a rebatir estas palabras llenas de resentimiento, de frustración, de mala leche y de ese decimonónico anticlericalismo, tan casposo y anticuado, que caracteriza a algunos miembros del Partido socialista. Si hay algo más pasado de moda que una beata con velo a la cabeza es un paleto hablando mal del párroco; si hay algo más antiguo que un meapilas es un comecuras. España es así de extrema.

Ese discurso populista y chabacano le va bien al PSOE entre un gran sector de la sociedad, siempre dispuesta a ir detrás de los curas con velas o con palos. En cuantito la Iglesia entra en juego, ¡y lo que le gusta a la izquierda!, se echa en falta un discurso sereno, sin mala bilis, sin colmillo retorcido y que no busque la provocación.

Las palabras del líder socialista madrileño, que buscan en definitiva proporcionarle en el PSOE un importante lugar al que después de tantos años todavía sigue aspirando, son las palabras de un líder incapaz de encontrar una alternativa al gobierno que tiene enfrente, son las palabras de alguien que no encuentra mejores argumentos con los que demostrar sus razones, las palabras de alguien que busca eliminar de la disputa política a aquellos contra los que nada ha podido.

Me gustaría que Tomás Gómez avanzara en su discurso sectario; me gustaría saber a quién más habría que eliminar de la competición política, quién más no podría ocupar un puesto político según el ex alcalde de Parla. Tal vez convendría impedir dedicarse a la política a quienes posean un coche caro, una casa en la playa o tengan hijos estudiando en una universidad privada. Me gustaría saber si el concepto de libertades democráticas que tiene este político selvático incluye que se impida el ejercicio de la política a quienes sean musulmanes confesos, por ejemplo.

Y como lo de los musulmanes tiene otra lectura preguntémonos si este señor consentiría el ejercicio de las libertades democráticas a quienes sean católicos… Aquí, en los católicos, les empieza a picar el gusanillo a algunos políticos. Y ya puestos… ¿Por qué sólo a los del Opus y por qué sólo el ejercicio de la política? ¿Por qué no extender sus diatribas a los Testigos de Jehová o a los protestantes en general? ¿Y por qué no prohibirles ya el ejercicio del voto? ¿Y si se lo prohibimos a todos los bautizados?

Si Tomás Gómez fuera afinando su propuesta, al final sólo podrían dedicarse a la política aquellos a los que él entregara la correspondiente licencia, debidamente matasellada y timbrada en los santuarios del PSOE. Al final de la cual debería poner “Dios guarde a usted muchos años”. Bueno, Pablo Iglesias, quiero decir.

1 comentario:

javier dijo...

Es impresionante ¿pero este Tomás Gómez se ha vuelto loco o qué? ...

En fin, creo que se desacredita así mismo.

... auqnue si quiere seguir adelante, le propongo que, simplemente, reutilice la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería, de cierto gobernarnte anterior con el que parece tiene cosas en conmún. Igual le vale buena parte del texto...

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