Como secuela del franquismo y su
abuso del nacionalismo y del nombre de España, somos un país raro, en el que está
mal visto sentirse español o celebrar los grandes hechos de nuestra historia.
Acomplejados que somos.
La conquista de América está
llena de hechos relevantes, brillantes y gloriosos mezclados con otros penosos,
vergonzosos y rechazables. Ver sólo unos u otros es de mezquinos, sectarios y
memos. Lo curioso es que la conquista de la América anglosajona sólo recibe parabienes,
cuando los aborígenes fueron exterminados y sus culturas subyugadas. En la América
hispana también desaparecieron tribus y culturas (mucho más desarrolladas que
las del norte, por cierto) pero basta pasear por las calles de Cuzco, de La Paz
o de Quito para ver que hay una continuidad racial y cultural desde 1492. Pongamos
por testigo a Evo Morales, por ejemplo. Eso no pasa en Nueva York o en Quebec. Si
eso no bastara se podría comprobar echando un vistazo a una formación de los
ejércitos de los respectivos países. En West Point no se ve lo mismo que en Ecuador.
Y todo ello haciendo la salvedad que siempre han leído los lectores habituales:
No podemos juzgar hechos de 1500 con los criterios éticos y morales de 2013.
A pesar de todo ello a veces las
fuerzas del mal consiguen avergonzarnos de ser españoles. Hay multitud de
hechos de nuestra historia relevantes para la historia del mundo entero. La
reconquista de Granada, por ejemplo. En toda Europa se escuchó un enorme
suspiro de alivio el dos de enero de 1492 pero en España su celebración pasa
desapercibida porque es políticamente incorrecto, pobres moros, racistas que
somos, echarles de Granada… pobricos.
Tal ocasión se acaba de
conmemorar en la ciudad y nuevamente, como ya ha ocurrido otras veces, se ha
armado la morimorena. A algunos les duele que se celebren hechos que supusieron
un enorme alivio para Europa y para la civilización de las libertades. Quizá
hubiera sido mejor para el mundo que de los Urales al Mediterráneo todos fuésemos
musulmanes, que nuestras mujeres llevaran velo y que tuvieran que pedirnos
permiso para conducir. ¿Y con los homosexuales qué hacíamos, de dónde
colgábamos a tanto ateo como pulula por la vieja Europa y que se niega a
cumplir preceptos religiosos, cuántas manos habría que cortar a los ladrones, a
cuántas señoras casquivanas habría que lapidar?
Que a nadie se le olvide que la
toma de Granda no fue hecha por España. España no existía, fue llevada a cabo
por soldados castellanos, con dinero castellano y reina castellana, sin que
otros españoles, hoy plañideros y sacacuartos, arrimasen el hombro. Europa es
hoy como es gracias al pechar de Castilla, como el descubrimiento de América,
obra de unos españoles, no de todos.
1 comentario:
fernando era sueco?
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