A mí siempre me ha gustado un
montón, y no sólo por el delito de ser del mismo pueblo que mi santa esposa. Empecemos
por aclarar que de fútbol entiendo lo justo… o menos. Pero aún así cuando algún
periodista deportivo escribía pestes de él yo ya le defendía… en el mismo
periódico. Eran tiempos en que Del Bosque entrenaba al Real Madrid y, aunque el
fútbol había dejado ya de ser uno de mis intereses, según creo recordar iba
líder, por delante de los eternos enemigos, a pesar de lo cual fue despedido a
media temporada porque su fútbol parecía demasiado aldeano a los aficionados
madridistas.
Algo bueno debe tener el
salmantino cuando ha ganado los títulos que ha ganado y encima quienes tanto saben
de esto le proclaman mejor entrenador del mundo. Olé tus narices, charro. Me
gustaría saludar a aquel periodista deportivo y reclamarle un café, aunque no
nos lo hayamos apostado.
Independientemente de sus méritos
deportivos lo que más debería llamar la atención de los españoles es la
personalidad humilde, decidida y trabajadora de este enorme personaje español.
Cuando en la actualidad España padece el cáncer de la popularidad de personajes
de medio pelo, engreídos sin motivo, poseídos de su propia ignorancia,
expuestos en su vulgaridad a la admiración de miles de ciudadanos ignaros, Del
Bosque es la ética detrás de un bigote de pueblo, es un ejemplo de salud mental, de higiene cultural, de honradez
profesional. Y de sencillez… Sí, quería huir de esta palabra maldita que tantas
veces se ha asociado al nombre del salmantino, pero no he podido.
En la España zarrapastrosa de chonis
y canis, en la España barriobajera de Belén Esteban y de Kiko Matamoros, en la
España sanchopancesca de Gran Hermano y La Noria, que premien a Del Bosque es
un honor que nos hacen a todos, aunque el premio se lo hayan tenido que dar en
el extranjero.
2 comentarios:
Pedro no lo echaron a mitad de temporada. Ganó la liga y no lo renovaron. Llegó un presidente nuevo, curioso, es el actual y decidió dar un aire Joven con otro entrenador, casualidad, otro Portugués, Carlos Queiroz que perdió todo la siguiente temporada.
Para mi Del Bosque es más psicólogo y más Buenísima persona que entrenador... Con esos mimbres también se gana.
Gracias por la precisión que agradecerán los lectores. Un saludo
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