Algunos defendimos siempre que
Zapatero era un error de la democracia y del socialismo, una muestra de las
imperfecciones del sistema interno de los partidos. Recordemos que fue elegido
por decisión de los socialistas de Cataluña para que no saliera el españolista
José Bono.
Y así nos fueron las cosas,
acabamos aterrizando en este maremágnum de pobreza, miseria, paro y destrozo
social. Sí, sí, a todo ello hay que unir la ineficacia de un gobierno popular que
ha centrado esa recuperación en recortar ayudas sociales, inversiones en infraestructuras,
educación o sanidad, olvidando una reforma del Estado que nos librara de las
lacras que padecemos por vías menos dolorosas y más sociales. Pero el que nos condujo
a esta situación, el que no vio venir la masa de desastres que nos apechuga ha
sido Zapatero. Nos lo recuerda ahora Solbes, arreglando cuentas con sus
fantasmas. Quizá a los agentes sociales tan enfadados, que encabezan tantas
huelgas, tantas manifestaciones, que nos reclaman a la rebeldía popular habría
que recordárselo; ¿dónde estaban entonces? ¿Por qué callaban? ¿Dónde estaban
los asaltos al Congreso, los escraches y tanto cabreo generalizado? ¿Dónde
estaba el 15-M?
Nos lo recuerda ahora Solbes,
arreglando cuentas con sus fantasmas, insisto. Ahora viene a explicarnos sus
sensaciones de entonces, sus errores de entonces y su pesar de ahora. Arrepentidos
los quiere Dios, sí, ¿pero nadie le va a pedir cuentas? ¿No debería cubrirse
los hombros y la cabeza de cenizas y recorrer plazas y avenidas reclamando perdón
por sus pecados?
Cuando más grave se asomaba la
crisis, cuantos más brotes verdes veía Zapatero, más anunciaban Fernández
Ordóñez, presidente del Banco de España y Joaquín Almunia, comisario europeo,
el desastre en el que terminaría el rumbo que marcaba Zapatero. Fueron valientes
y no se callaron, pero el ignorante en Economía prefirió hacer caso a los
sindicatos, siguiendo aquellos torpes consejos
de UGT y CCOO que han terminado por arrinconarnos entre la escoria económica
del mundo. ¿No tiene Zapatero cuentas, sólo cuentas políticas, que rendirnos?
¿No tiene Solbes que ponerse de rodillas y con los brazos en cruz suplicando el
perdón de todos los parados, de todos los pequeños empresarios arruinados, de
todos los ciudadanos?
Es muy fácil, está al alcance de
cualquiera, escribir un libro y echar balones a la banda. Pero y de su propia responsabilidad
¿qué nos cuenta, por qué calla? Por favor, que las televisiones vuelvan a poner
aquel famoso debate con Pizarro, el candidato del PP. Por sanidad nacional.
1 comentario:
De acuerdo en términos generales, de aquellos polvos, estos lodos. Así lo vengo manifestando públicamente desde hace bastante tiempo. Consultar mis blogs Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/, Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/ Un saludo, Pedro, sigo tus post con interés.
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