Si muere un policía en acto de
servicio y el ministro del Interior no acude a su entierro algo malo pasa con
ese país, con ese ministerio o con ese ministro, que no se merecían ese
policía. Si muere un policía en acto de servicio a la ciudadanía y esa
ciudadanía no se moviliza por su muerte algo les pasa a esos ciudadanos, pero
no se merecían el sacrificio del policía. Si de ese país surgen descerebrados
que insultan al policía asesinado y defienden al asesino ese país se merece lo
que le pase.
Si en un país tienen
reconocimiento mediático actitudes ruines, vestimentas zafias, opciones
chapuceras, programas barriobajeros, personalidades chulescas y expresiones
toscas que triunfan sin que nadie eduque ni lo reconduzca, ese país tiene merecido
lo que le pase. Si en un país tiene éxito social todo lo que es casposo, feo,
antiestético, asocial, grosero, agreste, insociable, inculto o despreciable ese
país se merece lo que le pase.
Si un país timado, engañado,
robado, esquilmado y traicionado durante generaciones por sus políticos decide
solucionar sus problemas votando a Raúl Castro tiene derecho al suicidio. Si un
país burlado, desvalijado, empobrecido y vendido por sus políticos pone las
esperanzas de regeneración moderna en el neocomunismo (¿Modernidad y comunismo?
¿Regeneración y comunismo?) tiene derecho al suicidio. Porque se merece lo que
le pase.
Si un país que ha sido maltratado
por unos políticos que lo han estropeado para enriquecerse elige como solución
a depredadores de las libertades se merece lo que le pase. Si para organizar su
futuro un país tiene que elegir entre una derecha con la que brilla la
injusticia social y una izquierda en la que la libertad brilla por su ausencia
ese país se merece vivir como Cuba, Venezuela o Irán. Porque se merece lo que
le pase.
Si un país rechaza como sexismo
ofensivo los anuncios de coches con señora en ropa interior pero acepta
complacidamente el anuncio de las campanadas de fin de año con señora en ropa
interior, solo porque lo hace en la cadena políticamente correcta, ese país es
gilipollas y se merece lo que le pase. Si las asociaciones feministas que
protestan aceradamente contra lo primero toleran calladamente lo segundo es que
son sectarias, cerriles, manipulables y manipuladoras, y se merecen que les
retiren la subvención de una puta vez.
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