Palencia es una emoción:

07 diciembre 2016

Castilla y León, cabeza de España

Después de veintiún años escribiendo una columna diaria llega un momento en que se tiene miedo de repetirse, de quedarse sin temas que ofrecer a los lectores, o en este caso a los oyentes. Tener que buscar siempre temas nuevos, enfoques distintos, puntos de vista diferentes le lleva a uno con frecuencia al conocido miedo al folio en blanco. Sin embargo hay célebres ocasiones en que las noticias se acumulan y tienes que dejar sobre la mesa asuntos interesantes que quedan a la espera de una mejor ocasión, ocasión que no suele producirse porque la actualidad tiene siempre mucha prisa y las noticias con frecuencia se quedan viejas a los cinco minutos.

Hoy dejo apartadas noticias trascendentes como lo ocurrido en las urnas de Austria o Italia, o lo que está por ocurrir en Francia, y sus consecuencias para la calle mayor de Palencia, para Villaherreros o para Venta de Baños, pongamos. Que consecuencias habrá, no les quede duda. Y las dejo apartadas para enfrascarme en los resultados de la encuesta Pisa sobre la educación en España. La cabra tira al monte, el perro a la farola y mi profesión de toda la vida me lleva a esta encuesta, ¡qué le vamos a hacer!

Usted ya sabe que si alguien habla mal de Francia es inglés y si habla mal de España es español. Nos encanta señalar nuestros defectos, nuestras flaquezas, disfrutamos como un bebé con el pecho de su madre revolcándonos en nuestras limitaciones. No digo yo que haya que hacer todo lo contrario y negar la realidad, no. Pero sí creo que tenemos que felicitarnos y darnos unas palmaditas en la espalda cuando corresponda. Y este es el caso, toca, corresponde. Alegrémonos, caramba, descorchemos una botella y tomémonos una copa de satisfacción porque la famosa encuesta, que tanto lógico sonrojo nos produce con frecuencia, por fin habla bien de nosotros. De los españoles, sí, pero muy especialmente de esta comunidad nuestra que encabeza el ranking… perdón, perdón, que encabeza la clasificación de resultados positivos.

Resulta que en Castilla y León estamos a la cabeza en dos de las tres destrezas que mide la encuesta. Sí, sí, los primeros de toda España en las competencias de Ciencia y Comprensión lectora. Y los segundos en Matemáticas. Miren, no vengan a decirme que es casualidad ni a quitar méritos a los implicados. Lo mismo que nos hemos aplicado el cilicio cuando correspondía y nos hemos echado cenizas sobre la cabeza cuando ha sido oportuno ahora toca dar palmas y bailar… sin perder el horizonte de que dentro de tres años, en la próxima encuesta, hemos de seguir arriba, entre los primeros. Pero de momento centrémonos en que estamos en un gran nivel europeo y busquemos también combatir las limitaciones que todavía tiene nuestro sistema educativo: presupuestarias, formativas, sociales y costumbristas… que las costumbres, los malos hábitos sociales, son un lastre que dinamita buena parte de nuestras posibilidades.

No olvidemos que esta encuesta no la ha hecho un amigo, ni uno que pasaba por ahí en el momento oportuno, sino que se trata de una medición seria, objetiva y contrastada, de gran prestigio. Y sí, soy plenamente consciente de los retos que tiene aún la enseñanza. Pero si esto ha sido posible no ha sido debido a una conjunción astral, sino al trabajo de cuantos están implicados en el acto educativo, especialmente de docentes y los padres de los alumnos. Sí, de los alumnos también, obviamente.

Permítanme que por una vez me entusiasme y señale con potente foco acusador a los profesionales de este invento: maestros y profesores; permítame que les inculpe pública y manifiestamente de trabajar con ganas a pesar de las dificultades, de tener ilusión a pesar de que a veces, solo a veces, necesitan emplear demasiado tiempo en conseguir la más elemental e imprescindible disciplina, que les acuse de trabajar empecinadamente a pesar de la incomprensión del sector amargado de los padres (y recuerden que hablo de sector) y de las dificultades burocráticas que la Administración les impone. Hoy ser maestro es más difícil que nunca, como corresponde a una sociedad cambiante, compleja y heterogénea.

Pues eso, que hoy me voy más satisfecho que nunca, Julio, que no es para menos, que de vez en cuando hay que hablar bien de nosotros mismos, sobre todo cuando quien ha hablado muy bien de nosotros es la encuesta Pisa, nada menos. Dejemos de tirarnos piedras encima.


Adiós, amigos, ya saben que si quieren más guerra en tuiter me tienen a su disposición. @pedrodehoyos se despide hasta la semana que viene. 
________________Mi artículo semanal en Onda Cero Palencia_________________

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