Cataluña ha empezado a liberarse
de las manos nacionalistas confiando en un partido hecho de recortes y
trásfugas. Tabarnia quiere ser libre del pensamiento monodireccional
nacionalista y para ello ha confiado en Ciudadanos. Al tiempo alza sus voces junto
con parte de la prensa nacional criticando el desvarío que ha llevado al PP de
Rajoy a ser irrelevante en Cataluña.
Ciertamente el PP ha perdido hace
tiempo sus señas de identidad; llevado por la idea de que la evolución económica
sirve para tapar todo se desentendió de la corrupción y prescindió de su ideología
para permanecer en el poder, viviendo por una parte a base de componendas con las
demandas nacionalistas y por otra absorbiendo parte del programa ideológico del
PSOE, disputando con este parte del mismo electorado. No en vano están
surgiendo por su derecha diversas alternativas políticas que buscan su
electorado.
Los nostálgicos hablan de los
tiempos de Aznar como la quintaesencia de la bondad y felicidad, hablan de un
Aznar que jamás hubiese permitido que su partido y España llegasen a la actual
situación. Y de pronto aparece Aznar como el tipo más molón de Tabarnia. Se
olvidan sin embargo, aquellos que defienden estas tesis, de que Aznar pasteleó
con Pujol cuanto quiso…, cuanto Pujol quiso, entiéndaseme bien. Traspasó innecesariamente
competencias estatales solo para tener satisfecho al nacionalismo –ya vemos
cuán grande ha sido su éxito- y obtener su visto bueno, su aprobación y sus
votos. Ahora estamos viendo el precio de aquellos chanchullos.
Nunca hizo nada Aznar por
enfrentarse al poder nacionalista ascendente, cuya trayectoria ya hacía
predecir las tormentosas circunstancias que hemos atravesado en 2017 y las que
nos esperan el nuevo año. Sí, desde luego también por torpeza e ineficacia de
sus sucesores. ¿De pronto se nos ha olvidado a todos que Aznar empezó a hablar
catalán en la intimidad cuando le convino? Insisto, …cuando convino a Pujol.
No pueden los fanáticos de unos y
otros esconder su responsabilidad en los difíciles momentos que atraviesa
España, política y económicamente. ¿Nos olvidamos también de Zapatero negando
reiteradamente la crisis económica que todos los indicadores mundiales advertían?
¡Mundiales! ¿Nos olvidamos de Zapatero cuando prometió al parlamento catalán
más nacionalista y radical hasta aquel momento que aceptaría el Nou Estatut que
saliera de aquel parlamento radical y nacionalista?
Pongámonos la venda ideológica que
queramos, la causa de la actual situación en Tabarnia es el abandono del Estado
de su puesto en Cataluña, un abandono que le llevó a no tener cuarteles dignos
en los que alojar a sus policías. Ahí, en aquel momento, también estaba Aznar. Si
el PP catalán ha llegado a ser la esencia de la nada cúlpese también a Aznar.
Los tabarneses estaban esperando un líder y una política que no llegaron en su momento.
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