Una muestra de la escasa
inteligencia de muchos de muchos seres humanos (¿?) es asistir a un espectáculo
–pongan ustedes fútbol, conciertos o un bonito anochecer- y estar pendientes de
grabarlo y por lo tanto verlo a través de la pequeña pantalla de un teléfono y
perderse la efímera realidad. Estoy convencido de que la tecnología se
desarrolla mucho más deprisa que la capacidad intelectiva de algunos miembros
de nuestra especie.
Con el vestido de Cristina
Pedroche pasa lo mismo. Año tras año el espectáculo deja de ser las doce
campanadas, la familia o la tradición de las doce uvas (allá cada uno) y el
representante medio de la bobina especie humana (sí, sí, con dos bes) se queda
pendiente del vestido de la Pedroche. El desvestido, vaya.
La vida actual encuentra cada vez
más oportunidades de poner pruebas a la estulticia de la condición humana y es
fácil ver a las mentes más “desarrolladas” de cada barrio popular, sanchopancesco
o elitista, en esto todas las clases sociales son iguales, babeando sin acertar
a cerrar la boca ante las trasparencias de esta… esta… ¿”artista”?, ¿”presentadora”?
¿Quién es más “lumbreras”, el pedazo de carne que expone su cuerpo al juicio de
estos intelectos o estos cerebros erección permanente que babean ya desde un
par de días antes, cuando los medios empiezan a caldear el ambiente?
El desvestido de la Pedroche me
produce las mismas náuseas que mi vecino del tercero izquierda que va por la
calle profiriendo “recuerdos verbales” obscenos, sucios y escabrosos, a las curvas de cada mocita con la que se cruza
por la calle. Él lo llama piropos; yo, basura machista.
¿Pero que una mujer entienda su
cuerpo semidesnudo como atractivo para vender más (¿no es eso lo que buscan los
patrocinadores de esos programas?) no es un acto desesperado de machismo? ¿No
hay miles de mujeres, de las que trabajan en casa, de las que limpian portales,
de las que dirigen departamentos, de las que fundan empresas, que luchan día a
día por la dignidad femenina? ¿Lo que hace esta mujer no es una ofensa dirigida
a la honorabilidad de todas las mujeres? ¿Excitar las… esto… las… babas de los
hombres no es machismo ramplón, ofensivo y traidor?
Porque lo que hace esta
mujer (síííí… está todo lo buenísima que usted quiera…, exactamente ese es el
concepto que ella y los patrocinadores de su programa buscan) … porque lo que
hace esta mujer es traición a la seriedad de todas las mujeres. ¿Cómo
compaginar respeto a las mujeres con los programas de esta… señora? Cuando maestros
de toda España se esfuerzan en defender ante sus alumnas que una mujer vale
como un hombre ¿qué contralabor hace Cristina Pedroche?
Cuando luchamos por un mundo
menos sexista, donde a las mujeres se las valore igual que a los hombres… ¿No es esta actitud puro machismo sexista? Bueno, si se reviste de
una pátina de progresismo, no. Si es en nombre del “progreso social” todo vale.
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