Cómo seguir fabricando fascistas

Todos somos conscientes de que nunca ningún partido reconocerá sus culpas en una derrota, de que sus dirigentes retorcerán el lenguaje hasta deformar el valor de la gramática y de la semántica para salvar la cara. Todos, siempre.

Que dirigentes socialistas nos hablen de un “frente constitucionalista” como remedio a su derrota es una ofensa a la inteligencia, un insulto a su propio público, un desprecio a la instrucción popular. Si en España hay anticonstitucionalistas deben buscarse entre los que atacan a la constitución desde la Generalitat o aquellos que cuando se han visto obligados a jurar la Constitución lo han hecho siempre con restricciones mentales o filosóficas, tapándose la nariz y con cara de asquito. ¿Quién ha llamado “bestias” a los inmigrantes? ¿Quién echa de Cataluña a los políticos de otras opiniones que han nacido en Andalucía?

Si el PSOE no es consciente de que ha perdido el gobierno de Andalucía por errores propios más que por aciertos de otros sería demasiado infantil. Debe buscar entre los suyos y sus compañeros de viaje, debe preguntarse por sus posiciones políticas cuando hay un asalto a la valla en la frontera de Ceuta, deben ponerse en el voto de los pacientes que esperan meses para ser operados, deben preguntarse por sus aliados que premian y comprenden a los indepes de su ayuntamiento, deben preguntarse por sus respuestas cuando Dani Mateo se limpia los mocos en la bandera, deben preguntar por el voto del trabajador precario, por sus respuestas al ciudadano al que  alguien le ha okupado la casa.

De puertas afuera la culpa será siempre del fascismo, nunca harán autocrítica. Echar la culpa de los resultados a la extrema derecha y no a los extremos errores propios es cerrar los ojos a la realidad y posiblemente volver a chocar con ella en las próximas elecciones. Precisamente lo que los andaluces han votado es Constitución. 

Que, torpes y erráticos como boxeador sonado, sigan machacando con lo de la “extrema derecha” los que se han aliado con la extrema izquierda quiere decir que no han aprendido nada. Que hablen de formar un frente constitucionalista quienes se han aliado con los dinamiteros es que no han entendido nada. O que se están engañando. Cerrar el paso al fascismo es recapacitar y cambiar cuanto los electores digan.