En estos momentos la mejor excusa para el crecimiento de Vox es nuestra izquierda. Vox no es más que el resultado del cabreo, como en su momento lo fue Podemos. España está cabreada por los planteamientos próximos a los independentistas de nuestras principales fuerzas de la izquierda. Sí, debo reconocer que muchos votantes también cargan con gran cabreo por las actitudes “colaboracionistas” como las de Aznar y Rajoy. La derecha y la falsa derecha tienen mucho que explicar.
En una España que habla catalán en la intimidad a cambio de un puñado de votos el electorado se cabrea. En España de las autonomías en que las regiones más prósperas, influyentes y pobladas demandan más y más privilegios hasta llevar a toda la sociedad al borde de un inmenso vertedero los votantes cabreados van almacenando sus resquemores.
En una España en la que la izquierda ha dejado de ser internacionalista y obrera para acercarse a las “burguesías indepes” esos resquemores almacenados van subiendo la presión y pueden originar grandes conflictos sociales. En una España en la que los ciudadanos no se sienten atendidos en sus necesidades por unos políticos avecindados en la estratosfera esos resquemores necesitan una espita por la que manifestarse y salir al exterior. Aunque solo se trate de unas elecciones regionales.
Si esa izquierda se limita a ver la paja en el ojo ajeno y acusar de fascismo a 400000 electores, sin jamás analizar sus propios pecados, sin un mea culpa, sin rectificar sus errores, los resquemores pueden agrandarse y magnificarse hasta poner en peligro la paz social.
El problema es que en mayo esa sociedad va a tener delante tres urnas, tal vez cinco si también hay elecciones generales. La sociedad va a manifestar sus filias y sus fobias de manera muy intensa. Puede que cinco espitas no sean suficientes o sean simplemente las puertas a unos resultados que esa misma izquierda habrá provocado. Pero la culpa será siempre del fascismo. La excusa será siempre el fascismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario