Palencia es una emoción:

12 octubre 2006

BONO LAS PAGARÁ TODAS JUNTAS

Yo fui tiempo atrás defensor de Bono. Si me permiten excluir el “debe” en su labor política y centrarme sólo en lo positivo, a mi parecer reunía y sigue reuniendo un cúmulo de cualidades que le hacían merecedor de un crédito que no tenían otros políticos. Todo empezó a cambiar en aquella manifestación de víctimas del terrorismo en la que le agredieron pero no le agredieron. O no le agredieron pero se sintió agredido. Aquello no me encajaba con la percepción que yo tenía tanto de cómo debían ser las cosas como de la manera de ser de Bono. Cuando menos fue un fallo de elegancia humana y puede que política, puede que incluso algo más. En todo caso era un borrón gordo y un interrogante sobre su futuro.Que dejase colgado a Zapatero, con el que parecía tener serias divergencias, también me gustó. Se había llenado la boca de medias palabras, de insinuaciones y de amagos de críticas y aquélla parecía ser la salida congruente de un hombre congruente. Su oposición interna no podía seguir más por el camino de sí pero no, de matizaciones y de puntualizaciones limitadas a las decisiones de su jefe de partido y de Gobierno. O se oponía o dejaba de oponerse. Lo que ocurrió ayer ya no me gustó. Que se desdijera, habría que decir “una vez más”, e insinuara que volvía a la política le dejaba en mal lugar, ése no era mi Bono. El que había planteado irse y dejar la política no podía volver a los seis meses, antes de que todo se enfriase, y plantearse ser alcalde paracaidista, si había suerte y salía elegido, o ser el concejal cunero de la leal oposición si las cosas rodaban mal.Después de repetidas y contundentes manifestaciones negando la posibilidad de presentarse precisamente a esa alcaldía y de enfrentarse a Ruiz Gallardón, sus manifestaciones de ayer llevaban claramente a concluir que aceptaba la ingrata tarea. Todos, tanto quienes nos dedicamos a analizar los que los políticos dicen y piensan como sus compañeros de partido en Madrid, estábamos convencidos de que volvía firme y definitivamente. Pero nuevamente José Bono nos ha tomado el pelo a la mayoría, a algunos nos importa poco pero sus compañeros del partido deben andar abochornados y quitándose de delante de la prensa no sea que se les escape lo que piensan. Lo que piensan de Bono y de Rodríguez Zapatero.Ésta la paga, este ridículo no lo van a dejar pasar sin más quienes tienen que lidiar con la representación del partido en la capital de España, es un descrédito que les está pasando factura y por el que mucho esfuerzo van a tener que realizar para recuperar todos los puntos que está acumulando sin mérito ni esfuerzo, en este caso, el PP.Bono ha vuelto a meter la pata, ha vuelto a querer nadar y guardar la ropa, ha querido jugar de nuevo a pares y nones a la vez, a querer sentarse en los dos lados del tablero de ajedrez. Eso en política no se hace, no se juega con las cosas de comer, no puede insinuar una cosa tan importante como ésa y al día siguiente decir “Si te he visto no me acuerdo, José Luis”. No se lo van a perdonar.
Y Zapatero también la pagará. Algún día todavía lejano.

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