Palencia es una emoción:

24 marzo 2007

La libertad de expresión puede ser una mierda

Empecemos por el principio: Si no fuera por la libertad de expresión yo no podría estar al frente de este ordenador, escribiendo para varios periódicos y para éste digital que está usted leyendo, amigo lector. Sin esa libertad no somos nada, no somos nadie. Somos lo que escribimos, somos lo que leemos, somos lo que pensamos.
Pero a la hora de hablar, de escribir, de expresarse no todo vale, no todo puede valer, no todo puede justificarse en nombre de la sacrosanta libertad de expresión. Todas las libertades, toda la Libertad, conlleva necesariamente la responsabilidad consiguiente. No puede justificarse cuanto se le escape a alguien de la boca en nombre de la Libertad. Libertad significa responsabilidad, la libertad de expresión no es un valor absoluto.
El caso de las caricaturas que insultaban al Islam por media Europa, que acaba de resolverse en Francia favorablemente para el dibujante, el de las fotos blasfemas del “genial” artista subvencionado por el gobierno de Extremadura, o el más reciente de “Federico Jiménez” Polanco ante la junta de accionistas de su empresa (Díganme si esas expresiones caben en la junta de accionistas de cualquier otra empresa) son una muestra de que la Libertad de expresión si no va acompañada de la correspondiente responsabilidad personal puede llegar a ser una mierda. Y ustedes perdonen mi libertad de expresión.
En nombre de la Libertad o de sus consiguientes libertades no puedo insultar a nadie ni faltar al respeto. Y si soy un locutor mañanero al que siguen centenares de miles de adeptos o un veterano empresario de la comunicación, con centenares de miles de lectores, centenares de miles de oyentes y millones de espectadores, tengo razones sobradas para mostrar mi responsabilidad ante tantas personas para las que soy líder y para las que significo algo. Se supone que algo elevado y digno. Y afirmar todo esto no significa dar ni un ápice de apoyo al PP ni siquiera suponer que haya acertado, que no lo ha hecho, en esta decisión contra el grupo PRISA.
Y que no se me diga que para esos casos está la Justicia, lamentablemente para cuando la Justicia pueda actuar el mal ya está hecho y es imposible recuperar el honor y el buen nombre del ofendido. La acción del sistema judicial no puede restaurar la justicia, simplemente. En nombre de la Libertad o de sus consiguientes libertades no puedo insultar al presidente del Gobierno ni acusarle de determinadas obscenidades mentales. Ni al presidente de la Oposición. Por mucho dinero que yo tenga, por mucho poder que yo tenga. Por muchos micrófonos que tenga a mi disposición. Se llame como se llame mi emisora. Me llame Federico Jiménez Polanco o Jesús de Losantos. Quizá en la liza política pueda consentirse determinadas exageraciones, quizá los políticos sean capaces de llamarse de todo y seguir sonriendo, pero allá ellos, allá sus responsabilidades y sus limitaciones. Si no hay un ejercicio de responsabilidad personal la libertad de expresión puede ser un contravalor.
Por cierto, decir que PRISA es neutral o quiere serlo y no puede es como si el locutor mañanero de la COPE dijera que... como si dijera... como si dijera lo que dice. Y si no que le pregunten a Hermann Terstch por su libertad de expresión.

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