Señor presidente: Soy castellano y leonés, como usted. No quiero serlo, pero estoy condenado a ello porque en 1978 a un grupo de nacionalistas vascos y catalanes les pareció peligroso que los sorianos, los segovianos, los guadalajareños, los madrileños, los toledanos y algunos más fuéramos sólo “castellanos”. Que dígame usté a mí cómo es posible que alguien de Soria o de Ávila sea “castellano y leonés”. ¡Pero si es imposible y además no puede ser! Sólo se me ocurren dos cosas más difíciles, la cuadratura del círculo y que en “Los Cuatro Cantones” sirvan el café a 80 céntimos.
Pero estamos en que tengo que ser castellano y leonés por cataplines y porque Martín Villa dijo que Castilla y León tenían que formar una sola autonomía por “interés general”. Y como le veo que está usté lanzao me atrevo a escribirle y proponerle que se anime y extienda el ejemplo. Sabemos que en una conversión privada ya ha sugerido que podría darse el caso de que existieran además los “vasconavarros”. Chachi, señor presidente, veo que va usté en mi línea, así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y el Bernesga por León le ruego que no se me pare ahí, se me anime y nos deleite los tímpanos con otro de esos magníficos discursos suyos llenos de paz, de armonía, de hermandad entre los humanos y de alianzas entre las civilizaciones, otro de esos discursos suyos tan llenos de palabras bonitas como hueros de contenido en el que preconice que además deberían existir catalanoaragoneses, asturgallegos (o “cantabroastures”, depende), “meliceutíes”, “extremandaluces” y “murcialencianos”.
Anímese, sabemos que el consiguiente coro arcangélico mediático del que usté dispone le iba a apoyar inmediatamente, quiero decir “a toda prisa”, los convencidos de esta nueva genialidad suya iban a aparecer debajo de las piedras. ¡Sólo usté puede, sólo usté se atreve, sólo usté tiene la capacidad de conseguirlo, ra, ra, ra!.
Pero le reto a que empiece por el caso de Aragón y Cataluña, si es que tiene bemoles, porque ya sabemos cómo las gasta cada uno en esta Expaña nuestra y si lo de Castilla le salió bien dada la sumisión tradicional de nuestras gentes desde lo de los Comuneros (las pocas que quedaban, las más andaban por Cataluña, el País Vasco, Francia, Alemania y otros sitios así ganándose un mendrugo de pan), le apuesto un café en la plaza mayor de mi pueblo a que no en todas partes iba a conseguir los mismos resultados.
¿Se atrevería usté a proponer, entre enormes volutas de humo, un pacto así a algún catalanista? Perdón, perdón, se atrevería usté a proponer un pacto así a “Josep” Montilla?
¡¡¡ISTA, ISTA, ISTA, Zapatero catalanoaragonesista!!!
PD: Otro día le escribiré preguntándole por qué en España existen andaluces, extremeños, gallegos, catalanes, murcianos…. Pero no existen los castellanos. Eso sí, le rogaría que sus explicaciones por una vez fuesen concisas y precisas pero no preciosistas.
Pero estamos en que tengo que ser castellano y leonés por cataplines y porque Martín Villa dijo que Castilla y León tenían que formar una sola autonomía por “interés general”. Y como le veo que está usté lanzao me atrevo a escribirle y proponerle que se anime y extienda el ejemplo. Sabemos que en una conversión privada ya ha sugerido que podría darse el caso de que existieran además los “vasconavarros”. Chachi, señor presidente, veo que va usté en mi línea, así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y el Bernesga por León le ruego que no se me pare ahí, se me anime y nos deleite los tímpanos con otro de esos magníficos discursos suyos llenos de paz, de armonía, de hermandad entre los humanos y de alianzas entre las civilizaciones, otro de esos discursos suyos tan llenos de palabras bonitas como hueros de contenido en el que preconice que además deberían existir catalanoaragoneses, asturgallegos (o “cantabroastures”, depende), “meliceutíes”, “extremandaluces” y “murcialencianos”.
Anímese, sabemos que el consiguiente coro arcangélico mediático del que usté dispone le iba a apoyar inmediatamente, quiero decir “a toda prisa”, los convencidos de esta nueva genialidad suya iban a aparecer debajo de las piedras. ¡Sólo usté puede, sólo usté se atreve, sólo usté tiene la capacidad de conseguirlo, ra, ra, ra!.
Pero le reto a que empiece por el caso de Aragón y Cataluña, si es que tiene bemoles, porque ya sabemos cómo las gasta cada uno en esta Expaña nuestra y si lo de Castilla le salió bien dada la sumisión tradicional de nuestras gentes desde lo de los Comuneros (las pocas que quedaban, las más andaban por Cataluña, el País Vasco, Francia, Alemania y otros sitios así ganándose un mendrugo de pan), le apuesto un café en la plaza mayor de mi pueblo a que no en todas partes iba a conseguir los mismos resultados.
¿Se atrevería usté a proponer, entre enormes volutas de humo, un pacto así a algún catalanista? Perdón, perdón, se atrevería usté a proponer un pacto así a “Josep” Montilla?
¡¡¡ISTA, ISTA, ISTA, Zapatero catalanoaragonesista!!!
PD: Otro día le escribiré preguntándole por qué en España existen andaluces, extremeños, gallegos, catalanes, murcianos…. Pero no existen los castellanos. Eso sí, le rogaría que sus explicaciones por una vez fuesen concisas y precisas pero no preciosistas.
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