Palencia es una emoción:

18 abril 2008

Gaspar Llama Cero

Hace mucho tiempo que los españoles dejaron de interesarse por lo que este individuo decía o callaba, hacía o deshacía. A las pruebas electorales me remito. Desde su sectarismo e inflexibilidad, dos sustantivos que siempre deberían ir unidos, se ha imaginado imprescindible, se ha creído poseído por el don de la infalibilidad y pensaba que los ciudadanos iban a hacer cola para votarle. Quizá se ha creído encarnación del Espíritu Santo. Por aquello de la llama, digo. Les voy a ser sincero: Si le traigo hoy a mi columna es porque me aburro y no tengo nada mejor para escribir. Ah, y para que no siga haciendo el ridículo, él cree que no nos damos cuenta, pero toda España se está riendo de él con disimulo. No, no, sin disimulo, sin disimulo.

Ha llevado con pulso firme y paso inquebrantable a su coalición al borde de la desaparición, ¿será un infiltrado del PSOE? ¿Les hace el trabajo sucio desde dentro? ¿Está tan preocupado por la situación de España que trabajando por un futuro mejor ha empezado por hacer desaparecer a los comunistas? Ha tardado en darse cuenta de la mitad del problema de IU: sus alianzas con nacionalistas en Euskadi. La otra mitad del problema de IU es él.

Se repite mucho, yo voy a hacerlo una vez más, que la política hace extraños compañeros de cama. Puede que hasta sea verdad, pero lo que parece indudable es que los ciudadanos han creído que lo de Euzkadi era una cama… redonda. A cualquier analista político hay cuentas que nunca le saldrán. El aceite y el agua no se pueden mezclar, Llamazares ha intentado mezclar comunismo y nacionalismo sin detenerse a pensar en las lecciones que da la Historia, sin pensar en los buenos consejos que en el siglo XX se han dado en Europa. ¿Comunistas y nacionalistas juntos? ¿Progresismo y reacción en una sola medicina? ¿Desde cuándo esa mezcla? ¿En qué mundo vivimos? Perdón, ¿en qué mundo viven Llamazares y sus ayrgamboys vascos?

Resulta que después de más de ochocientos asesinatos de ETA coreados indigna e inhumanamente por quienes planchan las capuchas a los asesinos desde los ayuntamientos o el Parlamento vasco, Llamazares se ha dado cuenta de que ANV, HB o PCTV, el collar es lo de menos, no son demócratas. Ya ha tardado, el hombrico, ya. ¿A cuántos ayuntamientos proetarras ha ayudado su coalición semicomunista, semiverde y seminada? ¿En cuántas votaciones han “coincidido”, siempre casualmente, claro, con esta gentuza que les carga “la herramienta” a los asesinos? ¿Y el flamante Gaspi se da cuenta ahora de que había metido la pata en un cepo? Tarde, chaval, tarde para cambiar de caballo.

Y tanto que es tarde, resulta que ahora sus concejales de Mondragón se le han revelado, pasan de él y por nada del mundo van a cambiar el voto favorable a los proetarras que han dado siempre. Con razón dicen que no tienen nuevas razones que les haga cambiar su opinión de siempre… Sinceridad y llaneza se llama eso.

Y Llamazares se encuentra sin saber qué hacer, ni siquiera puede echar de IU a los díscolos, a los rebeldes, a los apoyaterroristas. Porque sorprendentemente, Llamazares quiere echar a sus concejales de Ezker Batua en Mondragón, debe ser que se da cuenta ahora por primera vez de que sus concejales estaban apoyando a quienes sirven de punto de apoyo a los que disparan a matar. ¿Ahora se da cuenta? ¿Pues hacia dónde estaba mirando Gaspi hasta ahora? ¿Qué hizo cuando sus concejales apoyaron a estos alcaldes de ANV? ¿Es que ANV ha cambiado en algo desde entonces?

A este paso en vez de Llamazares habrá que llamarle Llama… Cero!!!

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