Al final Rajoy rectifica la postura de su partido en el asunto de las seudo mociones de censura en el País Vasco. En Mondragón el PP se equivocó y es corresponsable del resultado final. Si la alcaldesa salió sonriendo del pleno del Ayuntamiento fue también porque la concejala del PP no obró con lógica y acierto. Mejor esa falsa moción de censura que nada, mejor dejar clara la postura mayoritaria que sembrar la realidad de dudas. Cierto que no es eso lo que los demócratas queremos, pero poco es mejor que nada. Seguro que los votantes del PP de Mondragón habrían salido más satisfechos si en vez de tanta politiquería barata el PP hubiese votado con todos los demócratas. Con los demócratas y el PNV.
Porque la opción del PNV en este caso, como en tantos otros, no era la democracia, sino los violentos, no eran las víctimas sino los que tienen en la mano el mango del poder. Si el PNV hiciera de vez en cuando examen de conciencia democrática se suspendía a sí mismo, se mandaba a septiembre. Eguibar, siempre tan cerca de los batasunos, a veces incluso en el aspecto físico, tiene muy claro que lo primero es la independencia y después la democracia, en su tabla de valores conceptos como libertades o justicia van detrás de “Independentzia”. Hay un orden de valores batasuno y Eguibar lo acepta encantado, como demostró saliéndose por la tangente (y saliéndose con la suya) después del primer pleno en el que se habría enviado a ANV por el desagüe de la democracia si Eguibar hubiera querido. Pero, muy oportunamente, no quiso y así lo explicó.
Y el PSOE, la novia renegada, la novia que se apunta a todos los bailes para luego quedarse sola y echar la culpa a los mozos del pueblo. ANV está montada en el machito del poder de varios ayuntamientos por… porque… ¿Quién se lo consintió?
Y Rajoy, ya aludido. Es difícil a veces tratar de comprender qué razones tiene el PP para no querer ganar las próximas elecciones, qué retorcida puede ser una mente para no comprender que votando a favor de la moción del PSOE y PNV ponía una clara marca en el suelo, separando a demócratas de antidemócratas, antes llamados fascistas. Una raya que el PNV no tardará en atravesar varias veces en uno y otro sentido, como es tradición en los que encienden una vela a Dios y otra al diablo. En definitiva Rajoy ha rectificado, cabe esperar que la próxima seudo moción no fracase por culpa de esta enmarañada selva de intereses partidarios, partidistas y tan estúpidos como cortos de mira.
Ah, sí, también anda por ahí Ezker Batua-Berdeak. Pero, ¿y qué más da…? Observemos simplemente lo que les ha pasado en las últimas elecciones generales. No son nadie, no son nada.
Gensanta, qué tropa.
Porque la opción del PNV en este caso, como en tantos otros, no era la democracia, sino los violentos, no eran las víctimas sino los que tienen en la mano el mango del poder. Si el PNV hiciera de vez en cuando examen de conciencia democrática se suspendía a sí mismo, se mandaba a septiembre. Eguibar, siempre tan cerca de los batasunos, a veces incluso en el aspecto físico, tiene muy claro que lo primero es la independencia y después la democracia, en su tabla de valores conceptos como libertades o justicia van detrás de “Independentzia”. Hay un orden de valores batasuno y Eguibar lo acepta encantado, como demostró saliéndose por la tangente (y saliéndose con la suya) después del primer pleno en el que se habría enviado a ANV por el desagüe de la democracia si Eguibar hubiera querido. Pero, muy oportunamente, no quiso y así lo explicó.
Y el PSOE, la novia renegada, la novia que se apunta a todos los bailes para luego quedarse sola y echar la culpa a los mozos del pueblo. ANV está montada en el machito del poder de varios ayuntamientos por… porque… ¿Quién se lo consintió?
Y Rajoy, ya aludido. Es difícil a veces tratar de comprender qué razones tiene el PP para no querer ganar las próximas elecciones, qué retorcida puede ser una mente para no comprender que votando a favor de la moción del PSOE y PNV ponía una clara marca en el suelo, separando a demócratas de antidemócratas, antes llamados fascistas. Una raya que el PNV no tardará en atravesar varias veces en uno y otro sentido, como es tradición en los que encienden una vela a Dios y otra al diablo. En definitiva Rajoy ha rectificado, cabe esperar que la próxima seudo moción no fracase por culpa de esta enmarañada selva de intereses partidarios, partidistas y tan estúpidos como cortos de mira.
Ah, sí, también anda por ahí Ezker Batua-Berdeak. Pero, ¿y qué más da…? Observemos simplemente lo que les ha pasado en las últimas elecciones generales. No son nadie, no son nada.
Gensanta, qué tropa.
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