Palencia es una emoción:

13 abril 2008

Se equivocó Zapatero, se equivocaba

Cuando uno tiene la fortuna de decidir un gobierno tiene una oportunidad inigualable de empezar una tarea desde cero, con los nombramientos va manifestando su voluntad de llevar las riendas de un país de determinada manera. Si lo hace por segunda o tercera vez une a su voluntad su experiencia, es la ocasión de confirmar o rectificar dicha voluntad. Zapatero se contradice: sus palabras van por un camino y sus decisiones señalan otra dirección.

Se ha hartado Zapatero, el de las buenas palabras, el de la eterna sonrisa, el de la mirada ausente, de presumir de su buena voluntad, de su deseo de acuerdos, de que la presente legislatura, aún virginal pero predecible, sea una legislatura de paz y concordia. Su arcádico discurso de “vamos a llevarnos bien que estamos todos en el mismo barco” hace agua nada más empezar.

Su eterno discurso de bondad a raudales choca frontalmente con determinados nombramientos para su nuevo gobierno. No se puede apuntar para un lado y disparar para otro: Es absurdo, incomprensible e inaceptable que se hable de paz y se movilice al ejército, que se hable de concordia y se nombre a Mariano Fernández Bermejo, el belicoso.

Pero todo ello además encaja con algo tan absurdo, incomprensible e inaceptable como que se hable de renovación y se nombre a Miguel Ángel Moratinos, el ausente. Es absurdo, incomprensible e inaceptable que se hable de eficacia y se nombre a Magdalena Álvarez, la torpe
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Zapatero es títere de su propio talante, y como otros un traidor a Castilla.

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