Soy progre, ustedes me sabrán disculpar. Me encanta ese estado espiritual de bonhomía en el que gentes de la talla intelectual de Zerolo o Leire Pajín flotan permanentemente. Abajo los fachas, abajo los trogloditas del PP.
Admiro a Zapatero que nos ha abierto los ojos y la mente a una nueva concepción de la vida. Hay que ser tolerante y, siguiendo las enseñanzas que nos proporciona en sus pedagógicas intervenciones, admitir con condescendencia otras formas de vivir. La intransigencia eclesiástica del PP le ha llevado a la condenación eterna… electoral, a este paso no van a ganar ni al dominó.
¿Por qué no admitir el multiculturalismo, por qué pensar que el europeo, qué zafio ejemplo de racismo cultural, es la mejor fórmula social? Deshagámonos de este arcaico sistema filosófico judeocristiano que tan nefasto resulta para la heterogeneidad social. ¿Por qué cerrarse a otras filosofías vitales, a otras experiencias, a otros modos de relación, a otras maneras de ver la vida?
Afortunadamente tenemos como presidente del gobierno a José Luís Rodríguez Zapatero, que con sus didácticas y repetidas alocuciones se ha convertido en el abanderado mundial de la tolerancia, de la aceptación de los demás tal y como son. El Estado español tiene suerte de tener al frente a un estandarte del todo vale. Gracias a él los ciudadanos del Estado somos más tolerantes y abiertos y admitimos con naturalidad, excepto cuatro trogloditas peperos y sacristaniles, los matrimonios homosexuales y la adopción por ellos de tiernos infantes. Gracias a Zapatero y a su fuerte impulso, la defensa de género, de género femenino, claro, ha dado grandes saltos. Hoy el Estado es más abierto, dúctil y dialogante. En claro ejemplo de campechanía y benevolencia hasta hemos dialogado con los separatistas de ETA ¿Alguien más que Zapatero podría haber hecho esto?
El multiculturalismo nos enseña nuevas costumbres, nuevos modos de vida, aceptemos con alegría y mentes sinceras estas nuevas tradiciones que sin duda vienen a ampliar nuestro cerrado conocimiento aldeano, nuestras limitadas fronteras vitales. ¿Por qué la vicepresidenta Fernández de la Vega se ha escandalizado por hacerse una foto en Níger con un polígamo?
La poligamia es una manifestación antiquísima de una tradición milenaria, justificada históricamente en África, en cuyo corazón se encontraba la vicepresidenta. ¿Por qué nadie va a escandalizarse por ello? ¿Por provenir de la rica Europa y de la prepotente tradición cristiana? Una persona progresista debe admitir con naturalidad e incluso con admiración la expresión genuina de una cultura ancestral como ésa. ¿Por qué Doña María Teresa no predica con el ejemplo y admite con naturalidad las costumbres africanas? Basta ya de eurocentrismo cultural, libérese, señora vicepresidenta.
Dese prisa que no será más que el primer paso que habremos de dar, hay otras formas de vida que nos veremos obligados a aceptar con tolerancia zapateril. Téngase en cuenta que en muchos países es tradición secular apedrear a las mujeres adúlteras (sólo a las mujeres, seamos comprensivos y tolerantes), azotar a los delincuentes o cortarles la mano con la que han delinquido. No son más que manifestaciones de otras culturas con las que debemos aprender a convivir en un futuro multicultural próximo.
Ah, y no se nos olvide la gran raigambre cultural que la esclavitud tiene todavía en amplias zonas del mundo. Tanta como la piratería en el Mar Rojo.
Libérese, señora vicepresidenta.
Admiro a Zapatero que nos ha abierto los ojos y la mente a una nueva concepción de la vida. Hay que ser tolerante y, siguiendo las enseñanzas que nos proporciona en sus pedagógicas intervenciones, admitir con condescendencia otras formas de vivir. La intransigencia eclesiástica del PP le ha llevado a la condenación eterna… electoral, a este paso no van a ganar ni al dominó.
¿Por qué no admitir el multiculturalismo, por qué pensar que el europeo, qué zafio ejemplo de racismo cultural, es la mejor fórmula social? Deshagámonos de este arcaico sistema filosófico judeocristiano que tan nefasto resulta para la heterogeneidad social. ¿Por qué cerrarse a otras filosofías vitales, a otras experiencias, a otros modos de relación, a otras maneras de ver la vida?
Afortunadamente tenemos como presidente del gobierno a José Luís Rodríguez Zapatero, que con sus didácticas y repetidas alocuciones se ha convertido en el abanderado mundial de la tolerancia, de la aceptación de los demás tal y como son. El Estado español tiene suerte de tener al frente a un estandarte del todo vale. Gracias a él los ciudadanos del Estado somos más tolerantes y abiertos y admitimos con naturalidad, excepto cuatro trogloditas peperos y sacristaniles, los matrimonios homosexuales y la adopción por ellos de tiernos infantes. Gracias a Zapatero y a su fuerte impulso, la defensa de género, de género femenino, claro, ha dado grandes saltos. Hoy el Estado es más abierto, dúctil y dialogante. En claro ejemplo de campechanía y benevolencia hasta hemos dialogado con los separatistas de ETA ¿Alguien más que Zapatero podría haber hecho esto?
El multiculturalismo nos enseña nuevas costumbres, nuevos modos de vida, aceptemos con alegría y mentes sinceras estas nuevas tradiciones que sin duda vienen a ampliar nuestro cerrado conocimiento aldeano, nuestras limitadas fronteras vitales. ¿Por qué la vicepresidenta Fernández de la Vega se ha escandalizado por hacerse una foto en Níger con un polígamo?
La poligamia es una manifestación antiquísima de una tradición milenaria, justificada históricamente en África, en cuyo corazón se encontraba la vicepresidenta. ¿Por qué nadie va a escandalizarse por ello? ¿Por provenir de la rica Europa y de la prepotente tradición cristiana? Una persona progresista debe admitir con naturalidad e incluso con admiración la expresión genuina de una cultura ancestral como ésa. ¿Por qué Doña María Teresa no predica con el ejemplo y admite con naturalidad las costumbres africanas? Basta ya de eurocentrismo cultural, libérese, señora vicepresidenta.
Dese prisa que no será más que el primer paso que habremos de dar, hay otras formas de vida que nos veremos obligados a aceptar con tolerancia zapateril. Téngase en cuenta que en muchos países es tradición secular apedrear a las mujeres adúlteras (sólo a las mujeres, seamos comprensivos y tolerantes), azotar a los delincuentes o cortarles la mano con la que han delinquido. No son más que manifestaciones de otras culturas con las que debemos aprender a convivir en un futuro multicultural próximo.
Ah, y no se nos olvide la gran raigambre cultural que la esclavitud tiene todavía en amplias zonas del mundo. Tanta como la piratería en el Mar Rojo.
Libérese, señora vicepresidenta.
1 comentario:
Menuda vicepresidenta de mis coj... «amos» no me jodas, dice que no sabía que el empresario musulmán tenía tres mujeres, que pensaba que eran sus hijas.
Que se documente antes, eso es normal en estos países, mucho quieren estos del gobierno que se respeten sus costumbres aquí en España cuando ni siquiera saben cuáles son, así que luego vale todo
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