Media España estaba concentrada en la Sexta, unos para reírse y otros para llorar. Cabe suponer que los que más
lloraron habrán sido aquellos que una vez fueron becarios en algún medio de comunicación, tenían que redactar notas de sociedad y traer y llevar cafés por cuatro duros. Si los cobraban. Toda la mala leche que se te debe ir acumulando en esas situaciones debería haberles salido ayer por las orejas al ver cómo sirven también de escarnio televisivo. Y estos guayomines que son de izquierdas, que van de solidarios con los indefensos, que dicen defender a los parias del mundo, son los que se toman a chufla a quienes en sus mejores sueños desean ser mileuristas. ¡Cuántos becarios quisieran!El golazo por toda la escuadra de Intereconomía que algunos jalean debería hacernos pensar a qué punto estamos llegando con estas cadenas que son regalos concedidos por los diversos césares de este país nuestro a sus respectivos aduladores. Trampa por trampa y becaria por becaria llegaremos a no creernos lo que nos cuenten las más sesudas cabezas parlantes de nuestro espectro televisivo. Quien esto escribe consume información como otros respiran y empiezo a poner en duda todo lo que oigo en determinados medios. Hasta las señales horarias pueden estar siendo usadas para mofarse del rival o para desinformarme.
Señores, doscientos mil parados más nos contemplan, si no pueden ser un poco más serios que el próximo informativo lo presente Chiquito de la Calzada.
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