Palencia es una emoción:

13 abril 2009

El día en que caiga el gobierno socialista

Miren, creo que ha empezado el principio del fin del partido socialista, que esta crisis de un gobierno que sólo llevaba un año en marcha (¿en marcha?) es la predicción de lo que está por venir. Ah, y que Chaves haya salido del OK corral andaluz, donde era el dueño y señor, es un sacrifico personal que acelerará la crisis de un presidente de gobierno sin ideas. Andalucía votará al partido popular más tarde o más temprano. Bueno, o a lo mejor no.

El caso es que de pronto me he dado cuenta de que si cae el gobierno socialista, si como las encuestas amenazan en las elecciones europeas el PP le da un varapalo al PSOE, a lo peor tenemos elecciones generales anticipadas. Y no, me niego, qué pérdida de tiempo. Que a Zapa le sustituya Rajoy no sirve de nada. Cambiando los collares de los perros nada cambiará y el sistema seguirá en pie. El caso es que nada garantiza que la sociedad, diríjala quien la dirija, siga un rumbo lúcido, de progreso y de trascendencia, por la mera sustitución de un partido por otro. Es la propia sociedad la que debería cambiar y eso no sucederá. A lo peor es que soy un radical insatisfecho y me pasa como a esa señora de Alemania que se arrojó al foso de los osos polares, que es que se aburría y quería experimentar sensaciones nuevas. Ser comida por tres osos polares debe “poner” mucho, digo yo.

Pues eso me pasa, que me aburro con una sociedad penosa, con una España casposa y preocupada solamente de que con la que está cayendo el año que viene no podremos ir al Caribe. Durante estos últimos años España entera ha ido de vacaciones a esos hoteles en los que lo tienes todo sin necesidad de salir al mundo exterior, te ponen una pulsera y no necesitas salir; te pasas los doce días en la piscina y bebiendo cerveza o combinados tropicales a todo trapo, sin necesidad de conocer nada del país que te acoge, ni el pueblo más próximo ni ruinas ni cultura ni nada. Piscina y piña colada, ése es el opio del pueblo capitalista.

Y eso no lo arregla ni el PP ni una coalición de fuerzas socialistas universales. España da grima y basta sentarse ante la televisión y contemplar desesperanzados cómo nos retratamos nosotros mismos para sentir vergüenza propia. Los Serrano, Aída, Física o Química, Escenas de matrimonio, Cámera Café… Al costumbrismo elegante y popular de los hermanos Álvarez Quintero la tecnológica España actual le responde con la chabacanada de “Aquí no hay quien viva”; a la astracanada de Pedro Muñoz Seca responde la España avanzada, culta y progresista del año 2009 con la telebasura de los programas más seguidos por la ciudadanía.

Así somos, qué le vamos a hacer, así se autorretrata España, así es la España que unos y otros se empeñan en cambiar… ¿Para qué? Hace tiempo que al ciudadano dejó de interesarle cambiar, los españoles no quieren cambiar, les da igual todo lo que pase, así tiemble el mundo, así se deshaga el hielo polar, nada importa mientras no ocurra en el bolsillo donde llevamos el fajo de billetes que han de asegurarnos que antes de la comida nos tomamos un vino, después un café y en navidad, semana santa y verano… piña colada en el Caribe. Lo demás… ¿Lo demás qué importa mientras tengamos dinero en el bolsillo?

España se está aburriendo soberanamente y cualquier día se arrojará al foso de los osos polares para ver qué se siente. Que el oso que nos devore sea del PP o del PSOE no nos importa mientras podamos seguir siendo chabacanos, esforzadamente bastos, mientras contemos historietas bien zafias y ruines para provocar las risotadas de los que están alrededor de nosotros.

No sé si en realidad ha empezado el principio del fin del gobierno socialista, ni sé si Chaves ha hecho bien en abandonar Andalucía. Qué más da, a España no la cambia ni la madre que la parió, España es Salsa Rosa y Crónicas Marcianas, España es La Noria, España es un reality show putrefacto seguido por cuarenta y tantos millones de espectadores y no hay partido de derechas o de izquierdas que lo cambie.

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