Palencia es una emoción:

04 junio 2009

Raúl no es sólo el nombre de un futbolista

Soy un exmadridista convencido. Convencido de que es mejor no hablar de fútbol. Hace tiempo que dejé de hacerlo tras ver que cuando el Madrid ganaba me llamaban de todo y cuando perdía me ponían a caer de un burro. (Hago un inciso para hablarles de una persona próxima a mí que siempre es “anti”: Antimadridista cuando pierde el Real Madrid y antibarcelonista cuando pierde el equipo catalán, el caso es dar guerra y chinchar al prójimo) Así que ya apenas me entero de los resultados dominicales, sé que San Florentino vuelve y que vuelve prometiendo fichajes millonarios como el de Kaká, que debe estar aterrizando en Barajas.

Admiré a Raúl en su momento, aunque la vida de un futbolista de élite es tan efímera que con sus ¿treinta? años ya le consideran viejo y le sugieren la retirada del fútbol activo. Raúl marcó una generación de campeones y como tal recogió innumerables elogios y premios.

Hoy quiero hablar del Raúl que no es futbolista, sino ciudadano. Casado con la misma mujer desde hace “siglos” no se le conocen escándalos ni fiestas lujosas ni actividades llamativas o estrafalarias. Será mutimillonario pero vive como una familia de las antiguas, y comprendan que uso la palabra con retranca y de modo elogioso. Todo ello bien alejado de las modas entre estos millonarios caprichosos, estos niños inmaduros pero adinerados que son sus compañeros de profesión. La normalidad, dentro de la excepcionalidad de su carrera, su popularidad y su sueldo, parecen presidir la cotidianidad de su vida.


Hoy, cuando España está sumida en la espiral del aborto, cuando la disputa social ya no es aborto o no aborto, cuando no se discute abortar a los dieciséis o no, sino que se discute la patria potestad de los padres de la presunta abortista, Raúl encabeza (al mismo nivel que su esposa, feministas) una familia numerosa, con lo difícil que es eso. No, no me refiero sólo a las dificultades económicas de una familia numerosa, dificultades que Raúl no tendrá, sino a las dependencias que cuatro hijos te cuelgan a la espalda, dependencias de horarios, de salidas, de problemas educativos (¡sobre todo de problemas educativos¡), de libertad, de responsabilidad.


Hoy los periódicos anuncian que Raúl González y su esposa van a ser padres por quinta vez. A este niño no le hace falta venir con un pan debajo del brazo, que bien se lo pueden pagar sus padres, pero que una familia famosa y millonaria viva su intimidad sin escándalos y sin la notoriedad impropia pero habitual en otros es noticia reconfortante. Que hayan decidido tener un ¡quinto! hijo es de tirar cohetes sin parar-

1 comentario:

Anónimo dijo...

Raúl es ejemplar.

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