Palencia es una emoción:

16 abril 2010

Vade retro, Islam

Najwa Malha tiene dieciséis años y va a un instituto de Pozuelo, lo cuenta “El País”, donde hasta ahora había estudiado sin mayores problemas. Un día esta ciudadana española decidió cubrirse la cabeza con el velo islámico y empezó a complicarse su joven vida.

Según el reglamento del centro educativo no puede cubrirse la cabeza. Es una norma. Exactamente el artículo 32 del reglamento escolar prohíbe ir vestido de forma provocadora o llevar la cabeza cubierta. Ambas cosas metidas en el mismo saco, aparentemente es lo mismo enseñar las bragas, algo absurdo y ridículamente habitual entre nuestras adolescentes, que cubrirse voluntariamente la cabeza, que no la cara, como signo religioso externo. Como es evidente la prohibición de llevar el velo islámico no va por otro camino, no se trata de evitar que una niña oculte su cara, por ejemplo, para cometer alguna fechoría.

Conste, no sé si lo he dicho, que, según las informaciones de “El País”, la niña lo hace voluntariamente y contra la decisión inicial de su padre. Nadie le obliga a ello, es su santa voluntad contra la decisión de prohibir cualquier signo externo religioso. En esta zafia España que padecemos la laicidad es un dogma estalinista que hay que aceptar con fe ciega para alcanzar el paraíso zapaterista y poder sentarte a la diestra de Pablo Iglesias. Puedes enseñar las glándulas mamarias sin ningún impedimento por la calle pero, ay, ni se te ocurra enseñar un velo islámico. O un crucifijo. Pobrico de ti como acudas a clase con un crucifijo.

Najwa tiene 16 años, puede abortar si quiere. Nuestra generosa democracia se lo permite. Incluso le daría los medios legales para hacerlo burlando la opinión contraria de sus progenitores, si la necesitara, pero no le permite llevar puesto el velo islámico en su cabeza. Eso es de malas personas. Vade retro, Islam.

2 comentarios:

jon dijo...

Atenta contra la libertad este hecho, que mala imagen da España. La libertad es otra cosa, que pena de país y cuanta incultura.

Anónimo dijo...

¿por qué ese afán de prohibir lo que no hace daño a nadie? ¿no quedamos en que la libertad es un VALOR SUPERIOR de nuestro ordenamiento jurídico? El sueño de la razón engendra monstruos. Estamos rodeados de tontos de capirote.

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