Palencia es una emoción:

29 mayo 2010

El burka, fuera de Occidente

Espero que mis lectores no consideren mi postura contradictoria. Acabo de leer que en Lérida han prohibido vestir el burka en lugares públicos. Lo de la ocultación del rostro femenino nada tiene que ver con el caso de aquellas otras personas que tapan su cabeza con un pañuelo, recordemos el caso de la alumna de un instituto madrileño.
 
En un país donde aún es moda entre algunas postmodernas niñas llevar a la cabeza un pañuelo a imitación del que nuestras campesinas abuelas vestían fueran donde fueran, llevar la cabeza tapada como signo cultural, de respeto y modestia (no, no se me compare con las bandas de ladronzuelos hispanos y sus imitadores locales que llevan gorra como signo macarra) no debe molestar a nadie; las mujeres que lo llevan van perfectamente identificadas y puedes perfectamente ver a quién estás hablando.
 
Lo del burka es otra cosa, es una ocultación no ya del rostro sino de la persona, es la manera de hacer invisible y casi inexistente a la mujer que lo porta. Entre nosotros es una humillación y una postergación claramente contradictora con los derechos humanos que supuestamente inspiran todo nuestro movimiento legal y nuestras costumbres.

El burka busca la desaparición social femenina, ignorar a la mujer y reducirla a sombras ambulantes carentes de importancia o capacidades “humanas”. Incluso de existencia. Supongo que cada uno puede vestir como le de la gana en su casa pero la calle es de todos, el ayuntamiento y sus dependencias son la casa de todos y las reglas las marcamos entre todos a través de nuestros representantes. De la misma manera que debemos proteger a cualquier ser humano de malos tratos morales, no digo ya los físicos, conviene que la sociedad se organice para impedir esta humillación, a veces voluntariamente aceptada.

Cada sociedad tiene sus reglas; nosotros creemos, apoyados en siglos de historia, que las nuestras son mejores, más elevadas y dignas, más respetuosas y generosas. En todo caso son nuestras reglas y nuestros principios y, contra lo que decía Groucho Marx, no tenemos otros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Pedro, te pido disculpas por no estar relacionado este comentario con tu artículo, pero no puedo permanecer callado ante semejante actitud, que yo calificaría de indigna, y sin escrúpulos.

¡¡Qué vergüenza de políticos!!

Resulta que los políticos del Ayuntamiento de Palencia se bajan su sueldo en un 5%, cuando hay muchos "funcionarios de carrera" a los que se les va ha quitar bastante más.

Y no contentos con la pequeña bajadita, además ese 5% se lo quitan del salario neto, no como a los funcionarios que se aplicará sobre su salario bruto.

Nos venden que ellos también están arrimando el hombro para salir de la crisis y sólo se rebajan una pequeña cantidad de euros.

Y para desgracia nuestra España está llena de tontos que se lo creen.

¡¡Qué vergüenza de políticos!!

Un saludo, amigo Pedro.

Pedro de Hoyos dijo...

¿Y no me habla de los sindicatos, al menos de los mayoritarios?

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