Si hay algo que les pone los nervios de punta es que les contradigan. O que les recuerden que, contra lo que la izquierda imperante opina, no todo vale, no todo es bueno ni todo es justo. Les fastidia tener que enfrentarse a quien les dice que hay un orden de valores, que no todo da igual y que, contra lo que diga Zapazerolo, un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
Están que muerden, que echan las muelas, están que no se aguantan. Al segmento progre laicista de nuestra sociedad me estoy refiriendo. Te acercas a uno de ellos y te ladra. O se burla, como esta mañana Arcadi Espada en Onda Cero. Esto de la burla meapilista al discrepante lo dominan muy bien, llevan años practicándolo. El desprecio, el mindundeo se les da de muerte.
Viene el Papa y como va a soltar cuatro verdades para los católicos los progres se van a poner de morros. Y tan de morros, de hecho ya han convocado “besadas” (¿Qué es una “besada”?) de maricones (iba a poner gays, pero ya saben ustedes que no estoy por los extranjerismos innecesarios) y otras alegres reuniones para darle la bienvenida. El caso es que se supone que el Papa habla de la Religión Católica y sólo para los católicos, se supone que a los demás no debería afectarles, que con ellos no va la cosa... pero seguramente padecen de algún tipo de insuficiencia en la glándula de la tolerancia y se disponen a lanzar piedras, de momento sólo piedras hechas de ofensas, y no dejar cirio sobre candelabro.
Y eso que se trata del Papa que ha desmontado el chiringuito de la culpable pasividad eclesial con los pederastas y que la Iglesia da de comer a los descamisados del sistema político, mediático, social y económico del zapaterismo. ¿Queda claro que me estoy refiriendo a los ochocientos mil ciudadanos a los que Zapatero y sus zapateritos han expulsado de la sociedad, privándolos de derechos, privándolos de casa, privándolos hasta de comer? El zapaterismo iba a defender a los parias de la Tierra, a traer más progreso y más riqueza, más igualdad y más justicia que nadie en el mundo mundial. En vez de traernos eso nos ha llevado al mundo de los cinco millones de parados, de Leyre Pajín, de la ministra hiperpija de los mapas sexuales femeninos, de los talleres sexuales extremeños y de las webs pornográficas institucionales. Están obsesionados con el sexo, quizá porque no puedan vender nada más a la sociedad. O será que es el único órgano que utilizan con cierta frecuencia.
Pues a pesar de que la Iglesia Católica está recogiendo los excrementos sociales de la inoperancia zapateril los católicos pueden prepararse a soportar las coñas, los menosprecios y las bufonadas, guasas y chanzas burlescas de los profesionales del ateísmo, la laicidad y la mediocridad. Eso es síntoma de su calidad humana. Podían dedicar su tiempo a buscar soluciones alternativas al zapacuentismo.
Y como ya preveo que algunos lectores se me van a echar al cuello, informo de mi posición sobre el matrimonio gay: Estoy de acuerdo en que había infinidad de cabos legales que atar, que había herencias, pensiones y otros derechos de muchos tipos que regular. De acuerdo, de acuerdo... pero un matrimonio está formado por un señor y una señora. Hala, señores, aquí tienen mi yugular.
1 comentario:
Y tan nervioso que se han puesto, yo pensaba que a más de un progre iba a darle algo esos días. En fin...
En cuanto a lo del matrimonio, pues si no les llega sólo su yugular, aquí tienen la mía también.
Saludos.
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