Vamos a ver si sé expresarme y hacerlo brevemente. Hay que privatizar la mayoría de las teles autonómicas, sí. Es que entre las mil batallas diarias que libran PP y PSOE la última o la penúltima es por la privatización de las teles de los señoríos territoriales. María Dolores de Cospedal dice que privatizará Tele-La Mancha, ustedes ya me entienden, si gana las próximas elecciones autonómicas. Y le ha respondido, en pleno diálogo de sordos, Marcelino Iglesias que empiece por privatizar las que ya son coto del PP. La Valenciana y la madrileña, por ejemplo. Gancho de izquierdas que alcanza al oponente en plena mandíbula.
Creo que todos los ciudadanos estamos de acuerdo en que mantener esas teles es echar dinero en un saco sin fondo, siempre al servicio del califa del lugar. Lo que en un principio estaba pensado para ser la voz institucional se convirtió en un instrumento de competencia por la publicidad para poner más espectadores a los pies del jefe. ¿Si ya una cadena era perder dinero a espuertas, por qué se permitió una segunda? La excusa de los nacionalistas vacos y catalanes, primeros en apuntarse al carro del despilfarro, era potenciar sus lenguas vernáculas. Ya, pero..., ¿entonces la otra cadena en castellano fue para....? Pues eso, para poner las masas al servicio del partido y del gobernante correspondiente, para hacerles llegar el mensaje de servilismo y sumisión al poder. Al Poder.
Pero la privatización no es la solución. Podría serlo mantener una tele de servicio institucional, sin competencia con las teles privadas por una mayor audiencia, sin grandes y costosísimos peliculones, sin dilapidar el dinero en carísimas e inútiles producciones... Esa Televisión siempre perdería dinero, poco en comparación con la realidad actual, sería aburridísima y fácilmente confundiría su función institucional con la publicitaria de quien ocupara (me dan ganas de escribir “okupara”) las instituciones, pero si cumpliera su misión sería de verdad un servicio público.
Repito que la privatización no sería la solución, hay mil maneras de estar al servicio del poder, de esperar las migajas siempre necesarias que cayeran de la mesa del rico epulón. Personalmente todas las mañanas oigo en la cadena de radio a la que frecuentemente sigo “mensajes publicitarios” de una institución que nos recomienda cargar la lavadora, cargar el lavavajillas, poner una botella de agua en la cisterna para que no entre tanta agua, arrojar los papeles a las papeleras y otras perlas así que la emisora cobrará al precio estipulado. ¿Es libre mi emisora o depende de la citada institución a la que no quiero nombrar?
Por cierto, en Castilla y León (esta Castilla del Norte separada de sus hermanas) no tenemos tele autonómica, en su lugar existen dos cadenas privadas “castellanoleonesas” (qué gentilicio más absurdo, incorrecto e inapropiado) que han obtenido licencia, ¡¡que en su momento deberán renovar!!, del gobierno castellano. Sabiendo que es una gran televisión, en la que intervengo con absoluta libertad, sin cortapisas ni limitaciones en cualquiera de las dos cadenas, sabiendo que juega con su propio dinero... ¿es totalmente libre? ¿Somos totalmente libres todos? Pues eso, caramba.
1 comentario:
Pida la autonomía para León si tanto le molesta ese gentilicio inventado.
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