Que ya no saben qué inventar, oigausté. Que se acercan elecciones y hay que echarnos de comer para tenernos contentos y que les votemos. Sale ahora Izquierda Unida diciendo que hay que declarar como festivo el 14 de abril y celebrarlo como el día de la Memoria Histórica.
Personalmente empiezo a estar hasta el moño de algunos que no saben encauzar correctamente tanta frustración arrastrada desde 1931 para deshacerse de ella y reducir la presión que sienten (había escrito “estrés”, pero prefiero el castellano puro) por los siglos de los siglos. Que a estas alturas todavía haya quien eche de menos a la Segunda República es para echar a correr hasta París (allí ya llevan más repúblicas que nosotros) y tirarse de cabeza desde la torre Eiffel. Estoy convencido de que la tercera república va a llegar, quizá incluso pronto, tal vez la periodista rubia no llegue a sentarse en el trono, así que nadie me considere un defensor a ultranza de la monarquía, porque cometería un error. España mañana será republicana.
Pero ésa será la Tercera República. Que hay que dejarlo bien claro, la tercera. Algunos sueñan con la República, vibran con la República y cantan el himno de Riego cada mañana como antes cantaban en la escuela el “Cara al sol”. (Por cierto, me hablan de que se hacía en mi época de alumno, pero yo nunca lo viví, mea culpa) Pero en realidad estos republicanos no buscan parir la Tercera, sino resucitar la segunda, ése es su error. Tienen mono de la Segunda República, les va el “rollete” de hace casi un siglo. La Segunda República es ya una peli muy vieja, en blanco y negro, de la que todos nos sabemos los protagonistas (la pedorra de mi vecina de arriba diría el “casting”), el argumento y el final. Repetir errores pasados es tropezar dos veces en la misma piedra, pecado muy humano por otra parte. Pero es pecado que ningún animal comete, por una vez seamos muy animales.
¿Respecto al día de la Memoria histórica? Oiga, yo ya he vivido muchas veces ese día. Con Franco. Cada vez que ponía el telediario, el “parte” de Radio Nacional o iba al cine y me inyectaban en vena el NODO. No les quiero contar nada cuando TVE retransmitía, tardes enteras, aquella “Demostración Sindical” (¿Se llamaba así?) desde el Bernabeu. Toma memoria y toma historia la de aquellos tiempos. Es lo que tiene cumplir años, que te acuerdas.
No quiero revivir más Memoria Histórica, ya me la sé. La Memoria Histórica consiste básicamente en: “Nosotros éramos muy buenos y vinieron unos muy malos y lo jodieron todo.” Más o menos es lo que nos decía Franco: “Había unos muy malos que todo lo jodían pero llegamos nosotros que somos muy buenos”. ¡Qué quiere que le diga!, al final la Historia la escriben siempre los vencedores, eso no significa que suya sea la verdad ni que los demás nos la creamos. Si hay que hablar de la Memoria Histórica contamos todo, todas las verdades, las de los vencedores y las de los perdedores, aquí no hay nadie que no tenga algo muy grave de lo que avergonzarse en esa época. Yo no defiendo a ninguno de los dos bandos, no me identifico con ninguno y “paso” de guerracivilismo en forma de fotos, documentales o cuentos de vieja en color sepia.
Que ya no saben qué inventar, oigausté. Que se acercan elecciones y hay que echarnos de comer para tenernos contentos y que les votemos.
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