Palencia es una emoción:

07 junio 2011

El saco de goles que nos va a meter Hugo Chávez

Conste que el fútbol me interesa lo mismo que el surf sobre hielo. De la selección campeona de Europa me preocupó sólo el partido que además la hizo campeona del mundo. Imagínense lo que me preocupa el partido de fútbol que van a jugar contra la ignota muchachada de Hugo Chávez y sus mariachis borrachos. Menos todavía, mucho menos de lo que usted supone, imagina o se atreve a sospechar.

Lo que me gusta de todo esto es cómo se le llena la boca al gorila rojo para defender su nacionalismo de mercadillo de los miércoles. Este hombre me emociona, me provoca sentimientos siempre positivos, primitivos y jocundos. En España hace tiempo que no habría resistido las críticas de la izquierda socialista o de la derecha española, si existiera la derecha española y no Rajoy, quiero decir.

El problema del nacionalismo empieza cuando no se controla o cuando se utiliza para manipular a las masas exaltadas. Qué fácil es venderle una burra coja a alguien si lo haces en nombre de la patria, qué fácil es perder el control de la locuacidad cuando se menciona a la patria, qué fácil es disparatar en nombre de la patria. Un asalto le duraba este personajete simpático, sonriente y gordinflón a Rubalcaba. Claro que Rubalcaba tendría antes que meditar si cedía ante un izquierdista populista socialista o si se oponía a un atrasado nacionalismo tercermundista propio de gente visceral e iletrada. Un asalto, digo, considerando que Chávez no se levantara de la mesa a dar otro golpe de estado sobre la calva testa de nuestro vicepresidente. Porque el nacionalismo es emoción, es sentimiento y es entraña pura, el nacionalismo no suele llevar racionalidad, imparcialidad y lógica. Y conste que una buena y generosa dosis de nacionalismo nos hace falta a los españoles, acomplejados en este terreno desde el franquismo, que no supimos ni fruncir el entrecejo cuando Zapahuero dijo aquello de que el concepto de nación era muy discutible. Anda que si se lo dicen a Artur Mas o a Íñigo Urkullo, que vaya alguien y les diga que “su” nación es un concepto discutible. Tal afirmación sólo es válida para una nación aborregada y anestesiada por 40 años de franquismo y 30 de giliprogresismo.

Pero de un nacionalismo bueno, lógico, atemperado y conveniente para cualquier país a estos delirios del gorila caribeño va tanta distancia como entre la democracia venezolana y la Democracia, como entre la libertad de expresión venezolana y la libertad de expresión. Hugo Chávez parece haberse tomado toda la cosecha que da nombre a su selección de fútbol cada vez que aparece en televisión, eso o va puestísimo de alguna cosa rara de esas que se meten por la nariz o por la vena. Un asalto a Rubalcaba como un asalto le duró al rey que le calló la boca. En cuanto a Rajoy…, mejor no celebrar ese debate porque los que perderíamos seríamos todos los demás: el tiempo.

¿Que nos van a meter un saco de goles? ¡Y yo preocupao!, el fútbol me interesa lo mismo que el surf sobre hielo!

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