Palencia es una emoción:

27 octubre 2011

Que los catalanes se lo hagan mirar

Peces Barba está muy mayor, sólo si se acepta esta premisa se puede disculpar el dislate que ha cometido hoy. Yo estoy orgulloso de Cataluña, de mis amigos catalanes (algunos de ellos lectores de este blog) y de mi familia catalana. Supongo que si, como él dice, nos hubiésemos quedado con Portugal en vez de con Cataluña estaría igualmente de orgulloso. El caso es que España se formó con Cataluña y que sin ella sería difícilmente reconocible.


Nunca se me ocurriría a mí criticar a Cataluña ni a los catalanes, tan dignos como los murcianos, andaluces o castellanos. Otra cosa es criticar a los catalanistas. Ser catalanista es una opción política, tan digna como las demás y por ello absolutamente criticable y defendible, allá cada uno. Los que se lo deben mirar, y muy dentro de sus neuronas, son los nacionalistas radicales y los que les bailan el agua, pero no los catalanes, venturosos habitantes de una tierra rica, próspera y cargada de futuro si entre socialistas y nacionalistas no se la cargan. Si no se la han cargado, quizá.


Defender lo propio, la propia tierra, la propia gente, la propia cultura, es el modo más natural de ser. El error de ciertos catalanistas que interesadamente avivan el fuego de la independencia está en buscar el enfrentamiento con otros ciudadanos españoles, acusándoles de robar (“Espanya ens roba” dicen), olvidándose de que su primer benefactor fue un gallego bajito y con voz de pito que mandaba mucho, pues a él se le ocurrió poner las fábricas donde no había población, teniendo que acarrear después a millones de castellanos hasta allá.

Cataluña es tan admirable como Valonia, Castilla o la Lombardía. Los catalanes también, de los que es de admirar su espíritu emprendedor e inconformista. Los catalanes no tienen que hacerse mirar más que los de otros sitios, ya que tal y como está la cosa pública los siquiatras deben tener mucho trabajo, con absoluta independencia del lugar de procedencia del hipotético enfermo.

Peces Barba está gagá, tanto que sin quererlo ha proporcionado armas a los que buscan el enfrentamiento estúpido, innecesario y peligrosísimo. ¿Pueden sus compañeros socialistas hacerle callar?

1 comentario:

ansiadalibertad dijo...

Así don Pedro. Así se habla.

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