Se me ocurren mil y una cosa que
criticarle a Carme Chacón. Su insistente defensa de lo particular catalán
frente a lo general español, por ejemplo, aunque pasado mañana se presente como
candidata a presidenta del gobierno. O aquello que dijo para disculpar lo de la
puta España del amargado actor del colmillo retorcido.
Para criticar a la señora Chacón
hay mil motivos, gobernar es tomar decisiones y por lo tanto es equivocarse,
así que no hay que inventarle un inexistente escote a la generala para hacerle
la crítica política. Utilizar el photoshop está mal visto incluso para
embellecer y adelgazar a las modelos, que luego sale George Clooney todo
esbelto y me quiero parecer a él y como no puedo… me da el yuyu, me pongo de
los nervios y me gasto los ahorros en psiquiatra. Está mal adelgazar con trucos
artificiales a modelos y actrices, bastante complejo tiene uno ya. Así que imagínense lo mal que
está ponerle a la señora ministra la teta que no tiene; de enfermos, vaya. Más
que nada porque no me imagino a la buena señora dirigiendo a sus jefes de
estado mayor con la teta al aire sin que ninguno de ellos le dijera eso de
“Señora ministra, que se le ha escapado la derecha”.
Sólo los fans más fans, los
ultrasur de cada facción, o los boixos nois, qué más da, son capaces de
trapacerías semejantes. Aunque en este caso la loca de los peines era del tipo
ultra sur, boixos nois y noias haylos en todas partes. Pues eso, de enfermos,
que hay que estar con la única neurona en estado catatónico para hacer algo así,
como si los socialistas no tuvieran bastante con revivir a Felipe y Guerra para
que salieran a lamer las heridas que ZP ha inflingido al partido.
Ese tipo de personas sobran en un
partido, hacen falta profesionales serios que comprendan que los de enfrente no
son enemigos sino rivales, sobran enfervorecidos talibanes que pueden llevar al
partido a la ruina. La dimisión de esta pájara pepera y su desaparición de las
listas electorales es lo menos que se podía esperar.
Tal y como ve el futuro el PP
cabe esperar que ningún alterado mental decida ayudar al PSOE mostrando a
Rubalcaba subiéndose la bragueta y pillándose el pajarito con ella. Les hay
capaces. O sea, aquello de “Todos al suelo, que vienen los nuestros”.
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